Coherencia

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Definición RAE:

1. Conexión, relación o unión de unas cosas con otras.

2. Actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan.

Del latín cohaerentia, es la cohesión o relación lógica entre dos cosas, o entre las partes o elementos de algo, de modo que no se produce contradicción ni oposición ente ellas y las mantiene unidas en una relación lógica, consecuente y adecuada que se identifica entre las distintas partes que conforman una totalidad. También es la cualidad de la persona coherente o que actúa en consecuencia con sus ideas, principios, creencias o con lo que expresa y no se contradice. En este sentido, coherencia es la actitud consecuente de una persona en relación con una postura asumida anteriormente: cuando se dice que alguien es coherente, es porque se verifica que existe correspondencia entre su forma de pensar y de conducirse.

La coherencia en el plano personal

En el plano personal, en muchas oportunidades los seres humanos nos sentimos perdidos, especialmente al llegar a ciertos puntos clave de nuestra vida. Esa sensación de no tener control sobre nosotros mismos está relacionada con la falta de conexión que existe entre nuestros deseos más profundos y las decisiones que finalmente tomamos.

No actuar con coherencia a la hora de tomar determinadas decisiones puede afectarnos gravemente para el resto de nuestras vidas. Pero no se trata de una mera equivocación, sino de la consecuencia de una fuerte influencia que nos condiciona socialmente desde que nacemos y nos dice cómo debemos ser, qué debemos hacer, qué debe gustarnos, y, en muchos casos, acabamos por creerlo; aunque, tarde o temprano, la verdad aflora.

La coherencia también se asocia a aquello que resulta entendible a partir de la lógica. Un político hablará con coherencia si no realiza promesas imposibles de cumplir ni distorsiona la realidad. Lo contrario sería que prometiese cosas que no podrá cumplir, por lo tanto, en ese caso, su conducta podrá calificarse de incoherente.

Este concepto resulta especialmente subjetivo, dado que la falta de coherencia puede ser muy grave en ciertos contextos, pero algo sin importancia en otros. En el ejemplo antes dado, especialmente en lo que respecta a las decisiones y promesas de un gobierno, ser coherente con las propias declaraciones y con los planes es sinónimo de responsabilidad, y es un rasgo que los ciudadanos buscan en sus dirigentes para poder confiar en ellos.

La coherencia dentro de las organizaciones

A nivel organizacional, la coherencia reside en poder alinear el ser, con el hacer y con el decir, o dicho de otra forma: alinear el “storybeing, con el storydoing y el storytelling”.

Un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo, exige para su análisis un enfoque sistémico. El enfoque sistémico, denominado también como enfoque de sistemas, significa que el modo de abordar los objetos y fenómenos no puede ser aislado, sino que tienen que verse como parte de un todo. No es la suma de elementos, sino un conjunto de elementos que se encuentran en interacción, de forma integrada, es decir, coherentemente integrada, que producen nuevas cualidades con características diferentes, cuyo resultado es superior al de los componentes que lo forman y provocan un salto de calidad.

Cuando pensamos en una organización de nueva generación y hacemos alusión a la coherencia, no estamos hablando de otra cosa que de poder alinear el “ser”, es decir los temas y cuestiones vinculadas con el Propósito de la organización, con el “hacer”, un modelo de gestión sostenible e integrado, y el “decir” fundamentado en la  comunicación sostenible y el diálogo con los stakeholders. En estas últimas décadas, a partir de incorporar el Propósito como una dimensión clave en la vida organizacional, la coherencia se ha convertido en uno de los pilares centrales del management sistémico integrado.

Ya no funciona más el “haz lo que yo digo, pero no hagas lo que yo hago”. La necesidad de dar testimonio permanente de uno mismo a través del ejemplo, hace que la coherencia se haya convertido en uno de los principales valores y de las mayores virtudes de un líder de nueva generación. Como bien nos recuerda Gandhi: “sé el cambio que quieres ver en el mundo”.

Beneficios de la coherencia

  • Una persona coherente es aquella que actúa según sus ideas, principios y valores, es decir que hay una relación lógica entre lo que piensa, dice y hace.
  • Es el estado cuando el corazón, la mente y las emociones están alineadas, es decir, van en la misma dirección. Según algunos estudios realizados, cuando hay una coherencia psíquica (mente) y fisiológica (corazón), hay un aumento de la armonía entre los sistemas cognitivo, emocional y fisiológicos, resultando en un funcionamiento armonioso de los tres en conjunto.
  • La coherencia es útil para la reflexión sobre las relaciones interpersonales, la salud mental y la vida cotidiana, dado que aplica tanto en la observación a otros como en el trabajo auto reflexivo.
  • Para que un ser humano sea coherente se requiere que tenga un alto nivel de integración. Un sujeto integrado se caracteriza porque su parte luminosa y su parte oscura son incluidas y aceptadas; aprende de ellas lo que sea necesario aprender y aparecen mezcladas en su comportamiento cotidiano. La mixtura enriquece y puede aportar sabiduría y comprensión tanto a sí mismo como a los demás.
  • Los seres humanos somos falibles, imperfectos y si bien debemos luchar por lograr la coherencia, la integración, minimizar los errores, equivocarnos menos, tenemos que aceptar que nunca alcanzaremos una coherencia total. Debemos contentarnos con un nivel de coherencia relativamente alto, lo suficiente como para permitirnos vivir una vida individual y relacional satisfactoria, y estar atentos a nuestro comportamiento y evaluarnos constantemente.