Liderazgo que delega (laissez-faire)

De Sosteniblepedia
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También conocido como liderazgo delegativo, se basa en la no intervención y en falta de feedback de forma regular. Este tipo de líderes ofrecen muy poca orientación al grupo y otorgan total libertad a los miembros del equipo para tomar decisiones.

Los líderes que delegan suelen mantenerse al margen del grupo, eligiendo no participar ni intervenir durante el desarrollo de un proyecto. Sus comentarios son poco frecuentes y en algunos casos los miembros del equipo incluso pueden llegar a perder la referencia del líder hasta que el proyecto termina.

De todos los tipos de liderazgo, este es el que menos implica “liderar”. Un equipo guiado bajo este enfoque parte de la idea de que los propios integrantes del grupo ya saben qué tienen que hacer. El líder conoce a su equipo y confía en sus capacidades, por lo que solo interviene en caso de necesidad. Puede ser una forma de dirigir efectiva cuando se trata de colaboradores que buscan autonomía y ya saben hacer muy bien sus tareas. En cambio, no resulta adecuada para personas que requieren más supervisión o que recién se inician en sus funciones.

Ventajas del liderazgo que delega

  • Este estilo puede ser beneficioso si todos los miembros del grupo son expertos calificados.
  • Las personas que valoran la autonomía sentirán una gran satisfacción laboral bajo este tipo liderazgo,
  • Si el equipo comparte los mismos objetivos que el líder, los resultados pueden ser positivos. En esos casos, puede utilizarse un software de seguimiento de objetivos para monitorear el progreso.

Desventajas del liderazgo que delega

  • Los equipos bajo liderazgo laissez-faire tienden a ser los menos productivos.
  • Los roles y responsabilidades pueden no estar claramente definidos.
  • Este estilo puede derivar en que los miembros del equipo se culpen entre sí y nadie asuma ninguna responsabilidad.