Liderazgo dominante

El liderazgo dominante puede compararse con los estilos directivo o coercitivo. En este enfoque, el líder tiene metas y objetivos claros, los comunica al equipo y espera que los demás los sigan. Utiliza procedimientos y políticas para generar estructura y orden.

El liderazgo dominante suele emplearse cuando los miembros del equipo no tienen las habilidades o experiencia necesarias. En estas situaciones, el grupo precisa una guía clara para saber cómo realizar sus tareas. También resulta muy útil en situaciones de emergencia, cuando no hay tiempo para debatir. Este estilo de liderazgo debería usarse en combinación con otros.

Ventajas del liderazgo dominante:

• Existen expectativas claras respecto a la mejora del rendimiento en el trabajo.
• Es útil en momentos de crisis, ya que permite tomar decisiones con rapidez.
• Puede ser beneficioso para equipos con trabajadores poco calificados o con escasa experiencia.
• Los líderes dominantes pueden detectar rápidamente si algún miembro del equipo se queda atrás.

Desventajas del liderazgo dominante:

• Si el líder no tiene más experiencia que el resto del grupo, el liderazgo tiende a fallar.
• Al no haber colaboración, la creatividad no aflora.
• La moral del equipo puede decaer y los empleados perder el compromiso.
• La alta dependencia del líder puede generar cuellos de botella.
• Un líder dominante puede transformarse fácilmente en un líder autocrático.