Diferencia entre revisiones de «Tolerancia»

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La tolerancia, del latín tolerare (sostener, soportar), define el grado de aceptación frente a un elemento contrario a una regla moral.
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La tolerancia, del latín ''tolerare'' (sostener, soportar), define el grado de aceptación frente a un elemento contrario a una regla moral.
  
 
La tolerancia social en las sociedades modernas se defiende penalmente y busca el respeto de los derechos y los intereses de todas las personas con independencia de sus circunstancias individuales, para la coexistencia pacífica.
 
La tolerancia social en las sociedades modernas se defiende penalmente y busca el respeto de los derechos y los intereses de todas las personas con independencia de sus circunstancias individuales, para la coexistencia pacífica.

Revisión del 18:19 9 ago 2013

La tolerancia, del latín tolerare (sostener, soportar), define el grado de aceptación frente a un elemento contrario a una regla moral.

La tolerancia social en las sociedades modernas se defiende penalmente y busca el respeto de los derechos y los intereses de todas las personas con independencia de sus circunstancias individuales, para la coexistencia pacífica. A nivel individual es la capacidad de aceptación de una situación, o de otra persona o grupo considerado diferente. Es también la actitud que una persona adopta respecto de aquello que es diferente de sus valores, y la aceptación de una situación injusta en contra de los intereses propios o en contra de los intereses de terceras personas. Es también la capacidad de escuchar y aceptar a los demás.

Este comportamiento social se ha dado en todas las épocas de la humanidad y en todos los lugares del mundo como un medio para la coexistencia pacífica. Los valores o normas son establecidos por la sociedad o grupo que cuenta con el poder político y el control social, que establece el respeto o la persecución de la persona o grupo considerado diferente o problemático. En este contexto es el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.

Históricamente, la primera noción en el sentido contemporáneo de tolerancia es la defendida por John Locke en su Carta sobre la tolerancia, que es definida por la fórmula "dejad de combatir lo que no se puede cambiar". Desde un punto de vista social, permite aquello que es contrario a la moral o a la ética del grupo con el control social. Permite también desigualdades y diferencias dentro de la sociedad. Se trata principalmente de un comportamiento frente a una situación que se juzga mala, pero que se acepta porque no se puede hacer otra cosa o se considera la más conveniente.

El respeto al individuo y a sus ideas interviene solamente a partir del momento en que no se puede convocar el poder público contra su manera de actuar y este respeto no aparece globalmente hasta a partir de 1948 y de la declaración universal de los derechos humanos. En este marco, la tolerancia no es un valor individual, sino un dinamismo que evoluciona entre la recepción de la regla y la aptitud del poder para hacer que se respete la misma.

Esta noción de tolerancia depende pues de la manera en que el poder concibe su relación con la verdad y de los medios que está dispuesto a invertir para hacer valer esta concepción.

[John Stuart Mill] escribió la que podría considerarse una de las mejores defensas de la tolerancia y la libertad de pensamiento que jamás se hayan hecho. Se trata del ya clásico escrito Sobre la libertad, elaborado en 1859.

En la introducción, afirma J. S. Mill que, al escribir esta obra, lo mueve la pretensión de ocuparse de la libertad en su sentido político, es decir, de los límites que se han de poner al poder de la sociedad sobre el individuo. Esta es una pretensión, nos dice, que se ha tenido en todas las épocas, desde los tiempos en los que era necesario protegerse de los excesos de una tiranía, hasta aquellos en los que es la mayoría, en un gobierno democrático, quien ejerce su opresión. Esto es así porque no siempre quien gobierna representa verdaderamente al pueblo gobernado.

El planteamiento de Mill para justificar la tolerancia como medio de asegurar nuestro camino hacia la verdad, se basa en una triple posibilidad: “Que la opinión aceptada pueda ser falsa y, por consiguiente, alguna otra pueda ser verdadera, o que siendo verdadera sea esencial un conflicto con el error opuesto para la clara comprensión y profundo sentimiento de su verdad” (P. 111). La tercera posibilidad es que ambas perspectivas tengan algo de verdaderas. En cualquier caso, la censura de las opiniones ajenas se opone al progreso (entendiendo éste como el crecimiento de conocimientos acerca del universo y sus consecuencias práctico-morales), pues atenta contra la búsqueda racional de verdades. La verdad sólo puede desvelarse en un marco de tolerancia donde tengan cabida diversas perspectivas. Esto constituye una "utilidad racional o epistemológica" de la tolerancia.