Resumen Submódulo 11.1 organizaciones sociales: Liderazgo en valores para la sustentabilidad y la regeneración

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Taller de liderazgo y estrategia para organizaciones sociales

Primera etapa: ES TIEMPO DE PREPARARNOS

Submódulo 11.1 organizaciones sociales: Liderazgo en valores para la sustentabilidad y la regeneración

Lecturas obligatorias:

1.     ¿De qué hablamos cuando hablamos de liderazgo en valores para la sustentabilidad?

2.     Liderazgo en valores.

3.     El valor de lo cotidiano en la construcción del bien común.

4.     Derechos Humanos Universales.

5.     Cultura de paz.

Resumen de conceptos

¿De qué hablamos cuando hablamos de liderazgo en valores para la sustentabilidad?

  • Un nuevo liderazgo basado en la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, considerado como una forma superadora de la gestión a través del ejemplo del propio accionar y de inspirar una visión consensuada, compartida y comprometida con los otros, alentando, reconociendo y valorando su contribución y, al mismo tiempo, fomentando el surgimiento, la formación y el empoderamiento de nuevos líderes en el desarrollo de sus propias fortalezas y capacidades.
  • Verdaderos líderes de nueva generación que encarnen el cambio, y al igual que los acupunturistas expertos, sean capaces de intervenir solo puntualmente con el fin de liberar las energías creadoras y de esa forma restablecer la auto-organización del sistema con el fin de despertar sus anticuerpos y poner en marcha su propia capacidad curativa.  
  • Líderes multiplicadores que trabajen en red y que estén permanentemente abordando una nueva escala y ampliando las fronteras del accionar de sus propias organizaciones y de los colectivos de organizaciones y redes con las que operan.
  • Líderes de nueva generación que más que en el poder, creen en “el poder de poder hacer” y que sienten que todavía podemos aspirar a la grandeza”.
  • Un buen líder nunca está, por sí solo, por arriba de la organización, sino al interior de la misma. En algunas situaciones límite, frente a la necesidad de dirimir entre opiniones o visiones diferentes y tener que ejercer la última palabra después de haber agotado todos los procesos consultivos con los diferentes grupos de interés, el líder siempre está llamado a pronunciarse, no ya a partir de sus convicciones personales, sino como el supremo garante del respeto y la obediencia al propósito y la misión de la organización. Porque un buen líder nunca es una limitación de la libertad sino garantía de unidad.
  • En este sentido, la incorporación y participación activa de la mujer en la vida pública a nivel global nos augura un nuevo estilo de liderazgo desde una visión superadora, radial, flexible, colaborativa, comunicacional, basada en la escucha, que se estructura en red a través de la constitución de equipos de trabajo que comparten la información y operan en forma horizontal. Según el filósofo Alain Touraine, entre la lucha por la igualdad y el reconocimiento de su diferencia, las mujeres estarían desempeñando un rol vanguardista en el centro de las principales cuestiones democráticas de nuestro tiempo
  • Líderes con espíritus amplios e imaginativos, con capacidad de abarcar una gran multiplicidad de hechos colocándolos dentro de una perspectiva, y extremadamente dotados para “ver claramente un gran número de nociones concretas, y comprender a la vez el conjunto y los detalles”. En definitiva, líderes que nos acompañen y nos guíen hacia una transformación verdadera y profunda, que nos permita avanzar con paso firme en el camino de la sostenibilidad.

Liderazgo en valores

En el prólogo al libro “Leaders of the Future”, Peter Drucker sostiene que hay 10 elementos en común en los líderes que ha conocido o ha observado, y que han sido o son eficaces:

1.    Una sensación de inconformidad con lo que ocurre.

2.    Una voluntad de cambiar, cuando menos, su entorno inmediato.

¿Qué puedo hacer yo para establecer una diferencia?

3.    Una visión de largo plazo.

4.    Un ascendiente o influencia en un entorno que va más allá de su rango.

5.    Una visión compartida.

6.    Tienen seguidores, y los alientan a actuar sin temor a empoderarlos y reconociendo su contribución.

7.    No se limitan a predicar, sino que hacen lo que predican para los demás dando el ejemplo y modelando el camino con la propia práctica.

8.    Entienden que su liderazgo es una responsabilidad y no una cuestión de privilegios, títulos o dinero.

9.    Se preocupan por la “performance” y los resultados de su organización; alcanzan los objetivos y son tolerantes con las personas, salvo cuando se trata de desempeño, estándares y valores.

10. Sus seguidores hacen las cosas correctas.

  • La idea o el mensaje de un líder puede modificar parcial o limitadamente una concepción o una práctica; o lo puede hacer radicalmente, trasformando la concepción del mundo, los hábitos y la práctica misma.
  • Existe una distinción entre liderar y dirigir. Liderar es “mover”, y si fuera necesario, acompañar a una organización o a la sociedad en una dirección determinada, y eso se puede lograr sin la necesidad de dirigirla. Esta mirada introduce la idea de que también se puede liderar desde afuera del control o del poder.
  • Para todo esto es imprescindible que se desarrolle, tanto a nivel local, como regional, continental y global, un nuevo estilo de liderazgo basado en principios y valores que acoten la discrecionalidad del decisor y la posibilidad de caer en la arbitrariedad.

El valor de lo cotidiano en la construcción del bien común

Lo que transforma y da sustentabilidad a una sociedad no son las grandes cosas, son las transacciones cotidianas que hacen posible las únicas cuatro cosas en las que el ser humano consume su existencia:  

1.     Tratando de sobrevivir (la supervivencia).

2.     Tratando de estar los unos con los otros (la convivencia).

3.     Tratando de producir lo que necesitamos para no perecer (la producción).

4.    Tratando de resolver la pregunta más difícil de todas: ¿Qué sentido tiene estar aquí? ¿Qué sentido tiene la vida?

Todo lo que hacemos, todo lo que tiene sentido está orientado a una de estas, o a varias de estas cuatro cosas.

Eso es lo que se llama el poder difuso, el poder de todos los días; la sociedad funciona porque hay algo que funciona todos los días. Es la cotidianeidad lo que sostiene a una sociedad.

Las personas nos relacionamos y construimos la realidad a través de intercambios, de transacciones:

1.    Emocionales: intercambiamos sentimientos.

2.    Económicas: intercambiamos bienes y servicios.

3.    Sociales: intercambiamos reconocimientos de status, rol o cargo.

4.    Políticas: intercambiamos y defendemos intereses personales o colectivos.

5.    Culturales: intercambiamos formas de ver y construir el mundo.

6.    Espirituales: trabajamos por evitar o disminuir el dolor en los otros.

La realidad de una sociedad es el conjunto de transacciones (intercambios) de bienes, servicios, valores, intereses y emociones que se tramita segundo a segundo en la sociedad.

La sociedad prospera continuamente con las transacciones ganar-ganar, que son aquellas que agregan valor.

Las transacciones ganar-perder destruyen valor social, emocional, espiritual, cultural, político y económico.

Entonces, la pregunta es: ¿dónde se construye el bien común?

El bien común se construye en las transacciones ganar-ganar.

Cuando una sociedad aprende a hacer transacciones ganar-ganar en todas las dimensiones entonces está construyendo bien común.

Son las transacciones las que le agregan o quitar valor a las cosas, a los bienes, servicios, valores y emociones de una sociedad.

El cambio ocurre cuando pasamos de transacciones ganar-perder a transacciones ganar-ganar. Cuando pasamos de competir a coopetir, es decir a competir, no ya desde la destrucción del otro, sino de sacando de nosotros nuestras mejores capacidades y competencias, y cooperando con el conjunto agregando valor.

Poder prever, prevenir y controlar el riesgo de autodestrucción de la especie humana y, al mismo tiempo, fortalecer nuestro relacionamiento y autopercepción como una sola especie que se comporta como una familia humana requiere de un nuevo orden ético: Saber cuidar.

El Cuidado no es una opción para la especie humana.

O aprendemos a cuidar o perecemos.

Saber cuidar es el nuevo paradigma de civilización.

El planeta no está en peligro, somos nosotros como especie los que estamos en peligro si no cambiamos nuestros comportamientos entre nosotros y nuestro comportamiento con el planeta.

Hagamos lo que hagamos, si lo que hacemos contribuye a hacer posible la vida digna de la gente y a cuidar de los bienes ecosistémicos de planeta, nuestra actuación siempre será de alto alcance ético.

Derechos Humanos Universales

Los derechos humanos son aquellas condiciones instrumentales que le permiten a la persona su realización. En consecuencia, subsume aquellas libertades, facultades, instituciones y reivindicaciones relativas a los bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen, nacional o social, posición económica o de cualquier otra condición.

El logro de la sostenibilidad aparece hoy indisolublemente asociado a la necesidad de universalización y ampliación de los derechos humanos, un concepto que ha ido ampliándose hasta contemplar tres “generaciones” de derechos que constituyen, como ha sido señalado, requisitos básicos de un desarrollo sostenible.

En primer lugar, nos referimos a los derechos democráticos, civiles y políticos (de opinión, reunión, asociación) para todos, sin limitaciones de origen étnico o de género, que constituyen una condición sine qua non para la participación ciudadana en la toma de decisiones que afectan al presente y futuro de la sociedad.

Si queremos avanzar hacia la sostenibilidad de las sociedades, será necesario reconocer y garantizar otros derechos, además de los civiles y políticos, que, aunque constituyen un requisito imprescindible, son insuficientes. Y eso refiere a la necesidad de contemplar también la universalización de los derechos económicos, sociales y culturales, o “Derechos humanos de segunda generación”.

  • Derecho universal a un trabajo satisfactorio.
  • Derecho a una vivienda adecuada en un entorno digno.
  • Derecho universal a una alimentación adecuada.
  • Derecho universal al agua potable.
  • Derecho universal a la salud.
  • Derecho a la planificación familiar y al libre disfrute de la sexualidad.
  • Derecho a una educación de calidad.
  • Derecho a la cultura.
  • Reconocimiento del derecho a investigar todo tipo de problemas.

En definitiva, la preservación sostenible de nuestro planeta exige la satisfacción de las necesidades básicas de todos sus habitantes. Pero esta preservación aparece hoy como un derecho en sí mismo, como parte de los llamados “Derechos humanos de tercera generación”, que se califican como derechos de solidaridad “porque tienden a preservar la integridad del ente colectivo” y que incluyen, de forma destacada, el derecho a un ambiente sano, a la paz y al desarrollo para todos los pueblos y para las generaciones futuras, integrando en éste la dimensión cultural, que supone el derecho al patrimonio común de la humanidad.

  • Derecho a un ambiente adecuado para la salud y bienestar.
  • Derecho a la paz.
  • Derecho a un desarrollo sostenible, tanto económico como cultural.

Los derechos de tercera generación sirven de complemento a los de las dos generaciones anteriores en cuanto refieren a la creación de condiciones concretas para el ejercicio de estos últimos. Por ejemplo: el derecho de tercera generación al desarrollo crea condiciones para ejercer efectivamente el derecho de segunda generación al trabajo. Asimismo, el derecho de tercera generación a un medioambiente sano es una condición necesaria para ejercer derechos de primera generación como el derecho a la vida o a la integridad física.

Los derechos colectivos son parte de los llamados derechos de tercera generación y son derechos humanos específicos, de los cuales son titulares ciertos grupos humanos. Los derechos difusos, en cambio, son aquellos cuya violación nos afecta a todos, pero no es posible determinar específicamente a quienes.

Cultura de paz

En la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros instrumentos internacionales pertinentes del sistema de las Naciones Unidas, se reconoce que la paz no sólo es la ausencia de conflictos, sino que también requiere un proceso positivo, dinámico y participativo en el que se promueva el diálogo y se solucionen los conflictos en un espíritu de entendimiento y cooperación mutuos.

La cultura de paz está basada en un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida basados en:

  • El respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción y la práctica de la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación.
  • El respeto pleno de los principios de soberanía, integridad territorial e independencia política de los Estados y de no injerencia en los asuntos que son esencialmente jurisdicción interna de los Estados.
  • El respeto pleno y la promoción de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.
  • El compromiso con el arreglo pacífico de los conflictos, el respeto y el entendimiento mutuo y la cooperación internacional.
  • Los esfuerzos para satisfacer las necesidades de desarrollo y protección del medio ambiente de las generaciones presente y futuras.
  • El respeto y la promoción del derecho al desarrollo económico y social sostenible.
  • El respeto y el fomento de la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres.
  • El respeto y el fomento del derecho de todas las personas a la libertad de expresión, opinión e información.
  • La adhesión a los principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia, solidaridad, cooperación, pluralismo, diversidad cultural, diálogo y entendimiento a todos los niveles de la sociedad y entre las naciones; y animados por un entorno nacional e internacional que favorezca a la paz.
  • La posibilidad de que todas las personas a todos los niveles desarrollen aptitudes para el diálogo, la negociación, la formación de consenso y la solución pacífica de controversias.
  • El fortalecimiento de las instituciones democráticas y la garantía de la participación plena en el proceso del desarrollo.
  • La erradicación de la pobreza y el analfabetismo, y la reducción de las desigualdades entre las naciones y dentro de ellas.
  • La eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer promoviendo su autonomía y una representación equitativa en todos los niveles de la adopción de decisiones.
  • El respeto, la promoción y la protección de los derechos del niño.
  • La garantía de la libre circulación de información en todos los niveles y la promoción del acceso a ella.
  • El aumento de la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de los asuntos públicos.
  • La eliminación de todas las formas de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia conexas.
  • La promoción de la comprensión, la tolerancia y la solidaridad entre todas las civilizaciones, los pueblos y las culturas, incluso hacia las minorías étnicas, religiosas y lingüísticas.
  • El respeto pleno del derecho a la libre determinación de todos los pueblos, incluidos los que viven bajo dominación colonial u otras formas de dominación u ocupación extranjera.

Cuestionario del Submódulo 11.1

1. ¿Qué es el liderazgo en valores?

Respuesta

  • El liderazgo en valores es una forma superadora de la gestión a través del ejemplo del propio accionar y de inspirar una visión consensuada, compartida y comprometida con los otros, alentando, reconociendo y valorando su contribución y, al mismo tiempo, fomentando el surgimiento, la formación y el empoderamiento de nuevos líderes en el desarrollo de sus propias fortalezas y capacidades.

2. ¿Qué características tiene un líder de nueva generación?

Respuesta

  • Líderes que encarnan el cambio en la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve.
  • Líderes que trabajan en red y que estén permanentemente abordando una nueva escala y ampliando las fronteras de la organización. }
  • Líderes que creen en “el poder de poder hacer” y que sienten que todavía podemos aspirar a la grandeza.
  • Líderes que nunca están, por sí solos, por arriba de la organización, sino al interior de la misma.
  • Líderes que asumen la responsabilidad de ser los supremos garantes del respeto y la obediencia al propósito y la misión de la organización.
  • Líderes que acompañan a sus equipos de trabajo y los guían hacia una transformación verdadera y profunda, que les permita avanzar con paso firme en el camino de la sostenibilidad.

3. ¿Qué tipo de liderazgo desarrolla la mujer en este nuevo paradigma?

Respuesta

  • La incorporación y participación activa de la mujer en la vida pública a nivel global nos augura un nuevo estilo de liderazgo desde una visión superadora, radial, flexible, colaborativa, comunicacional, basada en la escucha, que se estructura en red a través de la constitución de equipos de trabajo que comparten la información y operan en forma horizontal.
  • Según el filósofo Alain Touraine, entre la lucha por la igualdad y el reconocimiento de su diferencia, las mujeres estarían desempeñando un rol vanguardista en el centro de las principales cuestiones democráticas de nuestro tiempo

4. ¿Qué es lo que transforma y da sustentabilidad a una sociedad?

Respuesta

Lo que transforma y da sustentabilidad a una sociedad no son las grandes cosas, son las transacciones cotidianas que hacen posible las únicas cuatro cosas en las que el ser humano consume su existencia:  

1.      Tratando de sobrevivir (la supervivencia).

2.      Tratando de estar los unos con los otros (la convivencia).

3.      Tratando de producir lo que necesitamos para no perecer (la producción).

4.     Tratando de resolver la pregunta más difícil de todas: ¿Qué sentido tiene estar aquí? ¿Qué sentido tiene la vida?

Todo lo que hacemos, todo lo que tiene sentido está orientado a una de estas, o a varias de estas cuatro cosas.

5. ¿Qué es el poder difuso?

Respuesta

El poder difuso es el poder de todos los días; la sociedad funciona porque hay algo que funciona todos los días. Es la cotidianeidad lo que sostiene a una sociedad.

6. ¿Qué son las transacciones ganar-ganar?

Respuesta

  • La realidad de una sociedad es el conjunto de transacciones (intercambios) de bienes, servicios, valores, intereses y emociones que se tramita segundo a segundo en la sociedad.
  • La sociedad prospera continuamente con las transacciones ganar-ganar, que son aquellas que agregan valor.
  • Las transacciones ganar-perder destruyen valor social, emocional, espiritual, cultural, político y económico.

7. ¿Cuándo ocurre el verdadero cambio?

Respuesta

El cambio ocurre cuando pasamos de transacciones ganar-perder a transacciones ganar-ganar. Cuando pasamos de competir a coopetir, es decir a competir, no ya desde la destrucción del otro, sino de sacando de nosotros nuestras mejores capacidades y competencias, y cooperando con el conjunto agregando valor.

8. ¿Qué son los Derechos humanos universales?

Respuesta

  • Los derechos humanos son aquellas condiciones instrumentales que le permiten a la persona su realización.
  • En consecuencia subsume aquellas libertades, facultades, instituciones y reivindicaciones relativas a los bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen, nacional o social, posición económica o de cualquier otra condición.

9. Por favor, nombre 5 derechos humanos universales.

Respuesta

  • Derechos democráticos, civiles y políticos
  • Derecho universal a un trabajo satisfactorio.
  • Derecho a una vivienda adecuada en un entorno digno.
  • Derecho universal a una alimentación adecuada.
  • Derecho universal al agua potable.
  • Derecho universal a la salud.
  • Derecho a la planificación familiar y al libre disfrute de la sexualidad.
  • Derecho a una educación de calidad.
  • Derecho a la cultura.
  • Reconocimiento del derecho a investigar todo tipo de problemas.
  • Derecho a un ambiente adecuado para la salud y bienestar.
  • Derecho a la paz.
  • Derecho a un desarrollo sostenible, tanto económico como cultural.

10. ¿En qué se basa la cultura de paz?

Respuesta

La paz no sólo es la ausencia de conflictos, sino que también requiere un proceso positivo, dinámico y participativo en el que se promueva el diálogo y se solucionen los conflictos en un espíritu de entendimiento y cooperación mutuos.

11. Por favor, nombre 5 valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida en los que se basa la cultura de paz.

Respuesta

  • El respeto a la vida, el fin de la violencia, la promoción y la práctica de la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación.
  • El respeto pleno de los principios de soberanía, integridad territorial e independencia política de los Estados.
  • El respeto pleno y la promoción de todos los derechos humanos.
  • El compromiso con el arreglo pacífico de los conflictos.
  • Los esfuerzos para satisfacer las necesidades de desarrollo y protección del medio ambiente de las generaciones presente y futuras.
  • El respeto y la promoción del derecho al desarrollo económico y social sostenible.
  • El respeto y el fomento de la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres.
  • El respeto y el fomento del derecho de todas las personas a la libertad de expresión, opinión e información.
  • La adhesión a los principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia, solidaridad, cooperación, pluralismo, diversidad cultural y diálogo.
  • La posibilidad de que todas las personas a todos los niveles desarrollen aptitudes para la solución pacífica de controversias.
  • El fortalecimiento de las instituciones democráticas y la garantía de la participación plena en el proceso del desarrollo.
  • La erradicación de la pobreza y el analfabetismo, y la reducción de las desigualdades entre las naciones y dentro de ellas.
  • La eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
  • El respeto, la promoción y la protección de los derechos del niño.
  • La garantía de la libre circulación de información en todos los niveles y la promoción del libre acceso a ella.
  • El aumento de la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de los asuntos públicos.
  • La eliminación de todas las formas de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia conexas.
  • La promoción de la comprensión, la tolerancia y la solidaridad entre todas las civilizaciones, los pueblos y las culturas.
  • El respeto pleno del derecho a la libre determinación de todos los pueblos.

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