Diferencia entre revisiones de «Punto ciego»

De Sosteniblepedia
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
(Página creada con « El término “punto ciego” en fisiología hace referencia a la parte posterior del ojo que carece de las terminaciones nerviosas que tapizan el resto de la retina. Est…»)
 
 
Línea 4: Línea 4:
  
 
Normalmente no percibimos su existencia debido a que el punto ciego de un ojo es suplido por la información visual que nos proporciona el movimiento ocular. También es difícil percibirlo, ya que, ante la falta de información visual en la zona del punto ciego, el cerebro recrea virtualmente y rellena esa pequeña área en relación al entorno visual que la rodea.
 
Normalmente no percibimos su existencia debido a que el punto ciego de un ojo es suplido por la información visual que nos proporciona el movimiento ocular. También es difícil percibirlo, ya que, ante la falta de información visual en la zona del punto ciego, el cerebro recrea virtualmente y rellena esa pequeña área en relación al entorno visual que la rodea.
 
  
 
'''La diferencia entre mirar y ver'''
 
'''La diferencia entre mirar y ver'''
  
«No veo nada» dije yo, devolviéndoselo a mi amigo. – «Al contrario, Watson, usted lo ve. Sin embargo, falla al razonar sobre lo que ve. Es demasiado tímido a la hora de extraer conclusiones»   Sir Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes, El carbunclo azul  
+
''"No veo nada" dije yo, devolviéndoselo a mi amigo. – "Al contrario, Watson, usted lo ve. Sin embargo, falla al razonar sobre lo que ve. Es demasiado tímido a la hora de extraer conclusiones".''  Sir Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes, El carbunclo azul  
  
 
Todos sabemos que mirar no es lo mismo que ver.  
 
Todos sabemos que mirar no es lo mismo que ver.  
Línea 16: Línea 15:
 
''¿Cómo es posible?, ¿por qué no hemos visto una imagen que estaba en nuestra retina?''  
 
''¿Cómo es posible?, ¿por qué no hemos visto una imagen que estaba en nuestra retina?''  
  
A primera vista la respuesta a la pregunta anterior es bastante obvia:  
+
A primera vista la respuesta a la pregunta anterior es bastante obvia: en realidad sí hemos visto el objeto, pero no hemos sido conscientes de él.  
 
 
En realidad sí hemos visto el objeto, pero no hemos sido conscientes de él.
 
  
 
El punto ciego tiene muchas propiedades dignas de estudio. La más interesante de todas es su propio carácter escurridizo.  
 
El punto ciego tiene muchas propiedades dignas de estudio. La más interesante de todas es su propio carácter escurridizo.  
Línea 24: Línea 21:
 
En el caso concreto del punto ciego, reside en que la dificultad para detectarlo se debe, principalmente, a que el sistema visual rellena este espacio con la información que falta.  
 
En el caso concreto del punto ciego, reside en que la dificultad para detectarlo se debe, principalmente, a que el sistema visual rellena este espacio con la información que falta.  
  
Veamos con un poco más de detalle cómo funcionaría este «rellenado».  
+
Veamos con un poco más de detalle cómo funcionaría este "rellenado".  
  
Parece lógico pensar que si tenemos un punto ciego, nuestro campo visual tenga un hueco en la zona cubierta por este punto, sin embargo nuestro cerebro ha rellenado el hueco con la misma textura de la información visual que encuentra en derredor. Es decir, no experimentamos directamente lo que ocurre en nuestras retinas, nuestras orejas o la superficie de nuestra piel. Lo que realmente experimentamos, aquello de lo que somos conscientes, es la suma de muchos procesos de interpretación.
+
Parece lógico pensar que si tenemos un punto ciego, nuestro campo visual tenga un hueco en la zona cubierta por este punto. Sin embargo, nuestro cerebro ha rellenado el hueco con la misma textura de la información visual que encuentra en derredor. Es decir, no experimentamos directamente lo que ocurre en nuestras retinas, nuestras orejas o la superficie de nuestra piel. Lo que realmente experimentamos, aquello de lo que somos conscientes, es la suma de muchos procesos de interpretación.
  
 
'''Prejuicio de punto ciego'''
 
'''Prejuicio de punto ciego'''
  
 +
En psicología, un punto ciego es un vacío que carece de existencia, y no solo afecta a nuestra percepción de los objetos, sino también a nuestra percepción de los demás y de nosotros mismos.
  
En psicología, un '''punto ciego''' es un vacío que carece de existencia, y no sólo afecta a nuestra percepción de los objetos, sino también a nuestra percepción de los demás y de nosotros mismos.
+
Es una metáfora válida para describir nuestra incapacidad de vernos tal y como somos. Esto es lo que se conoce como prejuicio de punto ciego, que consiste en la tendencia a no darse cuenta de los propios prejuicios cognitivos y de verse como menos sesgado que los demás. El término fue creado por Emily Pronin, profesora en el Departamento de Psicología de la Universidad de Princeton, con sus colegas Daniel Lin y Lee Ross en referencia al punto ciego del ojo humano.  
  
 +
Pronin y sus co-autores explican que es más probable que la gente se vea a sí misma, de una manera inexacta como “mejor que el promedio” para posibles tratos positivos, y “menos que el promedio” para tratos negativos. Cuando se les pregunta subsecuentemente, cuál es su nivel de tolerancia frente a los prejuicios, las personas se consideran a sí mismas como menos sujetas a los prejuicios descritos que la “persona promedio”.
  
Es una metáfora válida para describir nuestra incapacidad de vernos tal y como somos. Esto es lo que se conoce como prejuicio de punto ciego, que consisten en la tendencia a no darse cuenta de los propios prejuicios cognitivos y de verse como menos sesgado que los demás. El término fue creado por Emily Pronin, profesora en el Departamento de Psicología de la Universidad de Princeton, con sus colegas Daniel Lin y Lee Ross en referencia al punto ciego del ojo humano.  
+
Los puntos ciegos en nuestro perfil son aquellos defectos, carencias, fallas, debilidades o, también las áreas de oportunidad que podrían estar afectando nuestra performance, comportamiento y desempeño. Cómo nos relacionamos con los demás y también, cómo los demás nos perciben a nosotros. En los puntos ciegos se esconden nuestra sombra, los disvalores, el rechazo a las críticas que no queremos ver, y la tendencia a cerrarnos y a hacer cosas con personas que se parecen a nosotros, perdiendo de esta forma el valor que existe en la diversidad del conjunto. Y por supuesto, sin que tengamos la más mínima idea de lo que está sucediendo, de lo que estamos haciendo mal, o está dañando nuestra imagen o reputación.
  
 +
Al respecto, Inés Temple, autora del best seller ‘Usted S.A.” nos brinda su testimonio personal:
  
Pronin y sus co-autores explican que es más probable que la gente se vea a sí misa, de una manera inexacta como “mejor que el promedio” para posibles tratos positivos, y “menos que el promedio” para tratos negativos. Cuando se les pregunta subsecuentemente, cuál es su nivel de tolerancia frente a los prejuicios, las personas se consideran a sí mismas, como menos sujetos a los prejuicios descritos que la “persona promedio”.
+
"Hace poco, pude descubrir mis puntos ciegos. Con un grupo de amigos muy queridos, profesionales todos ellos de muy alto nivel, decidimos darnos retroalimentación entre todos. Me llevé una buena sorpresa con lo que escuché. Realmente era un punto ciego importante. Actitudes y comportamientos míos estaban dando mensajes completamente equivocados. No malos, sino que diametralmente opuestos a lo que yo sentía y quería lograr.
  
 +
Me quedé helada. Me costó digerirlo, pero fue muy importante escucharlo porque me hizo ver algo ante lo cual estaba completamente ciega y estaba impactando negativamente en mí, mi imagen y potencialmente, mi reputación. Y definitivamente, alejándome de mis metas y objetivos, sin que yo lo sospechara. Fue bueno haber tenido esa sesión. De haber seguido sin conocer ese punto ciego, éste seguro hubiera seguido causándome daño".
  
Los puntos ciegos en nuestro perfil son aquellos defectos, carencias, fallas, debilidades o, también las áreas de oportunidad que podrían estar afectando nuestra performance, comportamiento, desempeño, el cómo nos relacionamos con los demás y también, como ellos nos perciben a nosotros. En los puntos ciegos se esconden nuestra sombra, los disvalores, el rechazo a las críticas que no queremos ver, y la tendencia a cerrarnos y a hacer cosas con personas que se parecen a nosotros, perdiendo de esta forma el valor que existe en la diversidad del conjunto. Y por supuesto, sin que tengamos la más mínima idea de lo que está sucediendo, de lo que estamos haciendo mal, o está dañando nuestra imagen o reputación.
+
'''¿Cómo hacemos para conocer nuestros puntos ciegos?'''
 
 
 
 
Al respecto Inés Temple, autora del best seller ‘Usted S.A.” nos brinda su testimonio personal:
 
 
 
 
 
Hace poco, pude descubrir mis puntos ciegos. Con un grupo de amigos muy queridos, profesionales todos ellos de muy alto nivel, decidimos darnos retroalimentación entre todos. Me llevé una buena sorpresa con lo que escuché. Realmente era un punto ciego importante. Actitudes y comportamientos míos estaban dando mensajes completamente equivocados. 
 
 
 
''No malos, sólo que diametralmente opuestos a lo que yo sentía y quería lograr.''
 
 
 
 
 
Me quedé helada. Me costó digerirlo, pero fue muy importante escucharlo porque me hizo ver algo ante lo cual estaba completamente ciega y estaba impactando negativamente en mí, mi imagen y potencialmente, mi reputación. Y definitivamente, alejándome de mis metas y objetivos, sin que yo lo sospechara. Fue bueno haber tenido esa sesión. De haber seguido sin conocer ese punto ciego, éste seguro hubiera seguido causándome daño.
 
 
 
 
 
'''¿Cómo hacemos para conocer puntos ciegos?'''
 
 
 
 
 
Preguntando a quienes nos conocen y estiman en los distintos ámbitos de nuestras vida personal y profesional. O algún coach serio, un mentor, incluso un jefe o pares. También es muy bueno preguntarlo a subordinados de confianza. Y también a los hijos, que nos conocen mejor que nadie.
 
  
 +
Preguntando a quienes nos conocen y estiman en los distintos ámbitos de nuestras vida personal y profesional. O a algún coach serio, un mentor, incluso un jefe o pares. También es muy bueno preguntarlo a subordinados de confianza. Y también a los hijos, que nos conocen mejor que nadie.
  
 
Para que la retroalimentación que recibamos valga la pena, debemos aplicar la escucha activa. Sin defendernos, sin explicarnos, sin excusarnos. Escuchar, internalizar, madurar y, ojalá, hacer un plan serio de cambio o mejora. Y luego, monitorear los avances. Trabajar sobre nuestros puntos ciegos puede hacer que incluso se conviertan en una fortaleza a nuestro favor, por increíble que suene.
 
Para que la retroalimentación que recibamos valga la pena, debemos aplicar la escucha activa. Sin defendernos, sin explicarnos, sin excusarnos. Escuchar, internalizar, madurar y, ojalá, hacer un plan serio de cambio o mejora. Y luego, monitorear los avances. Trabajar sobre nuestros puntos ciegos puede hacer que incluso se conviertan en una fortaleza a nuestro favor, por increíble que suene.
 
  
 
Mientras que la mayoría de las personas busca respuestas, los verdaderos líderes buscan hacer preguntas. Preguntar sobre nuestros puntos ciegos es muy poderoso. No es fácil siempre internalizar aquello que escuchemos, pero es vital saber cuáles son aquellas limitaciones que estarían causando retrasos o daños en nuestro desarrollo profesional, nuestras metas, planes y objetivos. O en nuestra marca personal, imagen y reputación. Identifiquemos nuestros puntos ciegos y trabajemos para potenciar positivamente nuestro desempeño laboral y elevar nuestro nivel de liderazgo.
 
Mientras que la mayoría de las personas busca respuestas, los verdaderos líderes buscan hacer preguntas. Preguntar sobre nuestros puntos ciegos es muy poderoso. No es fácil siempre internalizar aquello que escuchemos, pero es vital saber cuáles son aquellas limitaciones que estarían causando retrasos o daños en nuestro desarrollo profesional, nuestras metas, planes y objetivos. O en nuestra marca personal, imagen y reputación. Identifiquemos nuestros puntos ciegos y trabajemos para potenciar positivamente nuestro desempeño laboral y elevar nuestro nivel de liderazgo.
 
  
 
Por último, reconocer y conocer nuestros puntos ciegos, nos permite llevar al plano consciente todas esas cosas que no queremos ver, y de esa forma poder operar mejor en el plano de la realidad, dando más espacio para que se hagan presentes las virtudes y los valores universales y ciudadanos.
 
Por último, reconocer y conocer nuestros puntos ciegos, nos permite llevar al plano consciente todas esas cosas que no queremos ver, y de esa forma poder operar mejor en el plano de la realidad, dando más espacio para que se hagan presentes las virtudes y los valores universales y ciudadanos.
 
  
 
'''Para más información'''
 
'''Para más información'''
  
=== '''·       el punto ciego psicologia del autoengaño - daniel goleman.pdf''' ===
+
* '''[https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=dXBhZXAubXh8bGlicm9zLWVsZWN0cm9uaWNvc3xneDo5ZjQ5NDQ3ZDVlM2RkY2Y El punto ciego: psicología del autoengaño],''' Daniel Goleman
 
+
* '''[https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/11s-que-cia-no-detecto-ataques-torres-nid2286639/ 11S: por qué la CIA no detectó los ataques contra las Torres Gemelas (pese a las señales que tuvo)]'''
=== '''·       11S: por qué la CIA no detectó los ataques contra ... - La Nación''' ===
 

Revisión actual del 01:51 16 jun 2021


El término “punto ciego” en fisiología hace referencia a la parte posterior del ojo que carece de las terminaciones nerviosas que tapizan el resto de la retina. Esta zona no registra las variaciones luminosas del cristalino, y crea en consecuencia un vacío en la información que se transmite al cerebro.

Normalmente no percibimos su existencia debido a que el punto ciego de un ojo es suplido por la información visual que nos proporciona el movimiento ocular. También es difícil percibirlo, ya que, ante la falta de información visual en la zona del punto ciego, el cerebro recrea virtualmente y rellena esa pequeña área en relación al entorno visual que la rodea.

La diferencia entre mirar y ver

"No veo nada" dije yo, devolviéndoselo a mi amigo. – "Al contrario, Watson, usted lo ve. Sin embargo, falla al razonar sobre lo que ve. Es demasiado tímido a la hora de extraer conclusiones".  Sir Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes, El carbunclo azul

Todos sabemos que mirar no es lo mismo que ver.

Podemos estar buscando un objeto durante mucho tiempo, y cuando al final lo encontramos, nos damos cuenta de que lo hemos tenido delante de los ojos todo el tiempo. Todas las veces que hemos mirado hacia el objeto, la información óptica que él transmite ha llegado hasta nuestra retina y, sin embargo, no lo hemos visto.

¿Cómo es posible?, ¿por qué no hemos visto una imagen que estaba en nuestra retina?

A primera vista la respuesta a la pregunta anterior es bastante obvia: en realidad sí hemos visto el objeto, pero no hemos sido conscientes de él.

El punto ciego tiene muchas propiedades dignas de estudio. La más interesante de todas es su propio carácter escurridizo.

En el caso concreto del punto ciego, reside en que la dificultad para detectarlo se debe, principalmente, a que el sistema visual rellena este espacio con la información que falta.

Veamos con un poco más de detalle cómo funcionaría este "rellenado".

Parece lógico pensar que si tenemos un punto ciego, nuestro campo visual tenga un hueco en la zona cubierta por este punto. Sin embargo, nuestro cerebro ha rellenado el hueco con la misma textura de la información visual que encuentra en derredor. Es decir, no experimentamos directamente lo que ocurre en nuestras retinas, nuestras orejas o la superficie de nuestra piel. Lo que realmente experimentamos, aquello de lo que somos conscientes, es la suma de muchos procesos de interpretación.

Prejuicio de punto ciego

En psicología, un punto ciego es un vacío que carece de existencia, y no solo afecta a nuestra percepción de los objetos, sino también a nuestra percepción de los demás y de nosotros mismos.

Es una metáfora válida para describir nuestra incapacidad de vernos tal y como somos. Esto es lo que se conoce como prejuicio de punto ciego, que consiste en la tendencia a no darse cuenta de los propios prejuicios cognitivos y de verse como menos sesgado que los demás. El término fue creado por Emily Pronin, profesora en el Departamento de Psicología de la Universidad de Princeton, con sus colegas Daniel Lin y Lee Ross en referencia al punto ciego del ojo humano.

Pronin y sus co-autores explican que es más probable que la gente se vea a sí misma, de una manera inexacta como “mejor que el promedio” para posibles tratos positivos, y “menos que el promedio” para tratos negativos. Cuando se les pregunta subsecuentemente, cuál es su nivel de tolerancia frente a los prejuicios, las personas se consideran a sí mismas como menos sujetas a los prejuicios descritos que la “persona promedio”.

Los puntos ciegos en nuestro perfil son aquellos defectos, carencias, fallas, debilidades o, también las áreas de oportunidad que podrían estar afectando nuestra performance, comportamiento y desempeño. Cómo nos relacionamos con los demás y también, cómo los demás nos perciben a nosotros. En los puntos ciegos se esconden nuestra sombra, los disvalores, el rechazo a las críticas que no queremos ver, y la tendencia a cerrarnos y a hacer cosas con personas que se parecen a nosotros, perdiendo de esta forma el valor que existe en la diversidad del conjunto. Y por supuesto, sin que tengamos la más mínima idea de lo que está sucediendo, de lo que estamos haciendo mal, o está dañando nuestra imagen o reputación.

Al respecto, Inés Temple, autora del best seller ‘Usted S.A.” nos brinda su testimonio personal:

"Hace poco, pude descubrir mis puntos ciegos. Con un grupo de amigos muy queridos, profesionales todos ellos de muy alto nivel, decidimos darnos retroalimentación entre todos. Me llevé una buena sorpresa con lo que escuché. Realmente era un punto ciego importante. Actitudes y comportamientos míos estaban dando mensajes completamente equivocados. No malos, sino que diametralmente opuestos a lo que yo sentía y quería lograr.

Me quedé helada. Me costó digerirlo, pero fue muy importante escucharlo porque me hizo ver algo ante lo cual estaba completamente ciega y estaba impactando negativamente en mí, mi imagen y potencialmente, mi reputación. Y definitivamente, alejándome de mis metas y objetivos, sin que yo lo sospechara. Fue bueno haber tenido esa sesión. De haber seguido sin conocer ese punto ciego, éste seguro hubiera seguido causándome daño".

¿Cómo hacemos para conocer nuestros puntos ciegos?

Preguntando a quienes nos conocen y estiman en los distintos ámbitos de nuestras vida personal y profesional. O a algún coach serio, un mentor, incluso un jefe o pares. También es muy bueno preguntarlo a subordinados de confianza. Y también a los hijos, que nos conocen mejor que nadie.

Para que la retroalimentación que recibamos valga la pena, debemos aplicar la escucha activa. Sin defendernos, sin explicarnos, sin excusarnos. Escuchar, internalizar, madurar y, ojalá, hacer un plan serio de cambio o mejora. Y luego, monitorear los avances. Trabajar sobre nuestros puntos ciegos puede hacer que incluso se conviertan en una fortaleza a nuestro favor, por increíble que suene.

Mientras que la mayoría de las personas busca respuestas, los verdaderos líderes buscan hacer preguntas. Preguntar sobre nuestros puntos ciegos es muy poderoso. No es fácil siempre internalizar aquello que escuchemos, pero es vital saber cuáles son aquellas limitaciones que estarían causando retrasos o daños en nuestro desarrollo profesional, nuestras metas, planes y objetivos. O en nuestra marca personal, imagen y reputación. Identifiquemos nuestros puntos ciegos y trabajemos para potenciar positivamente nuestro desempeño laboral y elevar nuestro nivel de liderazgo.

Por último, reconocer y conocer nuestros puntos ciegos, nos permite llevar al plano consciente todas esas cosas que no queremos ver, y de esa forma poder operar mejor en el plano de la realidad, dando más espacio para que se hagan presentes las virtudes y los valores universales y ciudadanos.

Para más información