La empresa liberada
por Isaac Getz*
A menudo suelo hablar del malestar existente entre los trabajadores. Este malestar se debe, en gran parte, a que en la mayoría de las empresas se sigue con un modelo organizativo clásico que se ha demostrado no es productivo. Este modelo organizativo se basa en una jerarquía con numerosas jefaturas intermedias. La existencia de tantos jefes se suele justificar por la existencia de un 3% de trabajadores que no dan golpe, pero el resultado es que el otro 97% sufre la opresión de estos controladores que no son productivos a pesar de que su retribución es superior al resto de sus compañeros.
Este es el tipo de empresa que tenemos en nuestro entorno y que a la larga conlleva empleados infelices y poco productivos. Los dirigentes de las empresas piensan que es indiferente tener empleados motivados o no, pero la motivación es un factor que influye en la productividad.
La mayoría de los empresarios se cierran a nuevas formas de organizar el trabajo, es más cómodo dejar que las cosas sigan como están, no romperse la cabeza con los problemas del personal, para eso han puesto jefes en cada línea de producción. Hay unos pocos empresarios que van más allá, prueban otros métodos y consiguen mayor productividad y unos trabajadores que se realizan con su trabajo. Un ejemplo de esta alternativa es el grupo Poult, una empresa francesa dedicada a la fabricación de galletas con cinco fábricas en Francia y tres en Polonia con un total de 1600 empleados. Esta empresa es lo que se denomina “empresa liberada”.
Hace unos años la empresa iba mal y el presidente del grupo en vez de pensar en echar a personal, que es lo que se suele hacer, pensó en liberar la empresa. ¿En qué consiste eso de liberar la empresa? El nuevo Presidente prescindió de todos los jefes, la empresa consistiría en un Director y el resto de empleados. Muchos jefes de línea que hasta entonces se dedicaban a organizar las vacaciones de los trabajadores bajo su mando y resolver algún problema que pudiese surgir entre ellos se sintieron mal con la medida y dejaron la empresa. El resto de empleados que encajaron la nueva forma de organización se pusieron manos a la obra dando ideas para aumentar la producción. Eso sí, que nadie piense que las ideas son gratis, una vez al mes se escogen las dos mejores ideas y la primera se premia con 1.000 € y la segunda con 500 €. Esto lo recalco para que lo entiendan los Directores que solicitan ideas a sus subordinados mientras que son ellos los que cobran por ellas.
No hay que darlo todo por perdido, existen nuevas formas de organización del personal que llevan a tener empleados felices. Basta pensar en como ha cambiado la relación de los padres con respecto a sus hijos, antaño el padre mandaba y los hijos obedecían. Este modelo se ha quedado obsoleto y hoy en día las familias se basan en un dialogo que lleva al entendimiento. Si la familia ha cambiado su funcionamiento, cabe pensar que ha llegado también el momento de que la empresa evolucione hacia una mayor libertad que conlleve la responsabilidad y realización de sus trabajadores.
*Isaac Getz es profesor de liderazgo e innovación en la escuela de negocios ESCP Europe y autor de las obras , cuya edición de bolsillo, publicada en 2013, popularizó el concepto de empresa liberada, y de La liberté, ça marche !, en la que presenta los aspectos relativos al liderazgo de la empresa liberada. A mediados de junio fue invitado a dar una conferencia en la sede de OVH en la que expuso la filosofía y las virtudes de la empresa liberada, antes de responder a las preguntas de trabajadores muy interesados por el tema. Cabe señalar que, desde sus inicios, OVH es una empresa poco jerárquica y que su fundador y CEO, Octave Klaba, aboga por culminar su liberación; un proceso que está en consonancia con los valores fundamentales de OVH, que son el respeto del individuo y de la libertad.
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