Inclusión e integración social

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Durante estas últimas décadas se ha hablado mucho de pobreza, marginalidad, desarrollo, desarrollo social. Son conceptos que han sido elaborados para dar cuenta de los mecanismos e interrelaciones de sujetos que, por encontrarse bajo determinadas características de privación social y económica –los llamados grupos en riesgo: madres solteras, niños, personas con capacidades especiales, ancianos, personas en situación de calle, etc.–, en condiciones de vulnerabilidad, requieren ser atendidos por el sistema de servicios sociales de acuerdo a lo que se define socialmente el Estado para ello.

Para referirnos al tema de la inclusión/exclusión será necesario detenernos brevemente en los conceptos marginalidad y pobreza que han sido utilizados por las ciencias sociales para explicar las desigualdades de acceso y distribución económica en las que se encuentra buena parte de la población mundial.

El concepto de pobreza ha estado asociado a una concepción más bien económica, generalmente expresada como carencia. La condición de pobreza supone una serie de necesidades que no pueden ser satisfechas por problemas de acceso o de oportunidades de acceso.

Se han diseñado diferentes instrumentos, con el objeto de dar cuenta de las situaciones de privación de los sujetos, midiendo principalmente el acceso a determinados bienes y servicios. En este sentido, la pobreza será una característica que presenta un determinado grupo social o individuos. Por ser considerada una condición, la pobreza aparece referida a determinados ámbitos, con características más bien estáticas.

La pobreza supondría la superación de ésta, fundamentalmente por la definición de un cambio en lo económico, siendo lo económico un aspecto eje, si bien la pobreza se ha asociado a factores psicosociales, económico-estructurales y culturales.

La marginalidad ha estado asociada a procesos de integración social y cultural. Tiene su origen en la estructura social, que se define a partir de los modos de producción, y por los problemas de inserción de ciertos sectores al empleo. En este sentido, para ser superada requeriría la promoción de agentes que, desde su condición de ser parte de los no marginados, generaran los mecanismos para abrir las posibilidades a los que están fuera.

Inclusión social

La inclusión social es un concepto surgido en la década de 1990, con intención de substituir al de integración social. Se define como el proceso dinámico, multifactorial, que posibilita, a las personas inmersas en un sistema marginal (marginación), participar plenamente del nivel de bienestar “sociovital” alcanzado en un país determinado. También se conoce como integración social al proceso o manera de ayudar a las personas a formar parte de un grupo social.

Integración social

La integración es la acción y efecto de integrar o integrarse a algo. Proviene del latín integration y constituye completar un todo con las partes que hacen falta, ya sean objeto o persona. Es un fenómeno que sucede cuando un grupo de individuos unen a alguien que se encuentra por fuera, sin importar sus características y diferencias.

La integración es lo opuesto a la discriminación o ciertos actos en donde algunas personas sufren el desprecio y aislamiento social. Es importante tener en cuenta que para que exista una integración verdadera, los individuos deben dejar a un lado todos los prejuicios, miedos, temores o dudas sobre la otra persona.

Como se mencionó en un principio, también existe la integración social que no es más que un proceso dinámico que involucra a muchos factores y que agrupa a diferentes personas de distintos grupos sociales –ya sean culturales, religiosos, económicos– para estar bajo un mismo precepto.

La integración social se puede ver expresada de manera explícita en los distintos gobiernos que tienen planes sociales, pues estos buscan que las personas que pertenecen a estratos sociales más bajos logren elevar su nivel de vida.

También existe una integración denominada racial, que básicamente busca que exista igualdad entre las personas de distinta raza o color, desarrollando la tolerancia y la aceptación para que todas las culturas tengan cabida.

El concepto de exclusión/inclusión

El concepto de inclusión/exclusión ha sido utilizado para referirse al fenómeno de desintegración social, en donde se ha producido un rompimiento en las relaciones, en las instituciones: un cambio que provoca que parte de la población esté dentro y otra, afuera.

Este es un enfoque que proporciona un acercamiento a lo social de una forma diferente, ya que reconoce elementos y diferencias marcadas por lo territorial, lo cultural y lo histórico. Lo interesante de este acercamiento es que favorece la comprensión de procesos, donde la realidad es multicausal: la realidad pasa a ser una creación cotidiana, que se modifica y cambia.

El concepto ha sido utilizado para explicar los problemas sociales, los que serían consecuencia de las reestructuraciones económicas, de cambios tecnológicos y de procesos de globalización.

La exclusión ha sido entendida a partir de al menos las siguientes características:

1. El no acceso a bienes básicos y servicios, es decir, a través de formas no económicas.

2. El acceso desigual a los mercados de trabajo y protección social.

3. La exclusión de mecanismos participativos.

4. El desigual acceso y ejercicio de los derechos humanos, políticos, civiles. Es decir, la exclusión social corresponde a la exclusión del mercado, de las instituciones sociales y culturales.

En este sentido, su contrapartida, la inclusión, supone atender al menos a tres dimensiones:

Una dimensión económica, en cuanto a facilitar y garantizar el acceso al mercado y servicios.

Una dimensión referida a la inclusión política e institucional, en cuanto a la vigencia y ejercicio de derechos civiles y políticos que garanticen la participación ciudadana.

Una dimensión relativa a características propias de los sujetos, como género, etnia, identidad sexual, religión, características físicas, que deben ser valoradas y respetadas.

Por último, aunque resulte paradójico, cuando hablamos de inclusión social también tenemos que ser conscientes de la necesidad de trabajar para reinsertar en el tejido social a todas aquellas personas que eligieron autoexcluirse de la vida comunitaria y social para aislarse y vivir en countries, barrios cerrados y edificios autosuficientes.