Igualdad de acceso a las tecnologías

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Igualdad de acceso a las tecnologías de la información

La tecnología de la información (TI, o más conocida como IT por su significado en inglés: information technology) es la aplicación de computadoras y equipos de telecomunicación para almacenar, recuperar, transmitir y manipular datos.

El término es comúnmente utilizado como sinónimo de computadoras y sus redes, pero también abarca otras tecnologías de distribución de información, como la televisión y los teléfonos. Múltiples industrias están asociadas con las tecnologías de la información, incluyendo hardware y software para computadoras, electrónica, semiconductores, internet, equipos de telecomunicación, e-commerce y otros servicios.

Frecuentemente los términos TI y TIC suelen ser confundidos en su uso. Es importante señalar la diferencia entre ambos: TI hace referencia a Tecnologías de la Información, mientras que TIC implica las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Ambas sostienen una amplia relación, sin embargo, señalan áreas diferentes. El término TI es un término más amplio y abarca a las TIC, siendo éste un término que indica una subcategoría del primero. "Las TI abarcan el dominio completo de la información, que incluye al hardware, al software, a los periféricos y a las redes. Un elemento cae dentro de la categoría de las TI cuando se usa con el propósito de almacenar, proteger, recuperar y procesar datos electrónicamente".

Los seres humanos han estado almacenando, recuperando, manipulando y comunicando información desde que los sumerios en Mesopotamia desarrollaran la escritura cerca del 3000 a. C., pero el término tecnología de la información en su significado moderno hizo su primera aparición en 1958 en un artículo publicado en la revista Harvard Business Review; sus autores Harold J. Leavitt y Thomas L. Whisler comentaron que “la nueva tecnología no tiene aún un nombre establecido. Deberíamos llamarla tecnología de la información (TI)”.

Su definición consistía en tres categorías: técnicas de procesamiento, la aplicación de métodos estadísticos y matemáticos para la toma de decisión, y la simulación del pensamiento de orden superior a través de programas computacionales. Basándose en la tecnología de almacenamiento y procesamiento empleada, es posible distinguir cuatro eras del desarrollo de TI:

• Pre-mecánica (3000 a. C.-1450 d. C.)

• Mecánica (1450-1840)

• Electromecánica (1840-1940)

• Electrónica (1940- al presente)


TIC y desarrollo

En los albores de la Sociedad de la Información, la información y el conocimiento son recursos esenciales para el desarrollo humano, entendido como el aumento de opciones y libertades de mujeres y hombres para vivir una vida digna. Es por ello que las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) se han convertido en herramientas estratégicas para el desarrollo, tanto individual como colectivo.

Las TIC se usan para capturar, diseminar, intercambiar, procesar, almacenar y acceder a información. En la actualidad, el término TIC suele referirse a instrumentos digitales como los PC, las bases de datos, el correo electrónico, Internet, o los teléfonos móviles. Sin embargo, es preciso incluir otras TIC analógicas como la radio, el teléfono, la televisión, por su clara utilidad y amplia implantación.

La necesidad de aprovechar las TIC para impulsar el desarrollo humano ha sido ampliamente fundamentada en foros y organizaciones de desarrollo, como Naciones Unidas, los G7 y G8, o la Cumbre Mundial para la Sociedad de la Información. El propio Secretario General de la ONU, Kofi Annan, ha sido un decidido promotor de la integración de las TIC en el desarrollo; en su ‘Informe del Milenio’ (2000) destacaba el aprovechamiento de las TIC para el desarrollo como una de las siete prioridades a corto y medio plazo, afirmando que “Las nuevas tecnologías brindan una oportunidad sin precedentes de que los países en desarrollo se salten las primeras fases del desarrollo. Hay que hacer todo lo posible para maximizar el acceso de sus pueblos a las nuevas redes de información”.

El argumento de base para considerar la integración de las TIC en el desarrollo se refiere al valor de la información y la comunicación. La comunicación también posee un valor intrínseco (más allá de la información que se comunique) como instrumento para forjar redes, estimular la colaboración y facilitar el contacto entre personas. Sólo después de analizar el valor de la información y la comunicación (y por tanto su necesidad) pueden tomarse decisiones informadas sobre si es viable utilizar las TIC y cómo hacerlo si así fuera.

La llamada ‘brecha digital’ se refiere a las diferencias en el aprovechamiento de las oportunidades de desarrollo provistas por las TIC, debido principalmente a falta de acceso a las tecnologías, capacidad para usarlas y contenidos relevantes. La brecha digital es una expresión de otras brechas de desarrollo, y también contribuye a exacerbarlas (se habla de la ‘pobreza de información’). Por lo tanto, el propósito al luchar contra la brecha digital no es otro que contribuir a disminuir esas otras brechas, y a potenciar la inclusión en el nuevo contexto de la Sociedad de la Información. Esta ‘inclusión digital’ conlleva numerosos efectos, tanto económicos (en productividad y crecimiento económico), como sociales (redes de colaboración, servicios sociales), y políticos/de gobernabilidad (la administración pública, participación ciudadana).

Por todo ello, la integración de las TIC en el desarrollo se ha consignado explícitamente en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, concretamente en el Objetivo 8 que se refiere a una asociación global para el desarrollo. Además, se ha reconocido que las TIC pueden coadyuvar al logro de todos los otros Objetivos. Entre las recomendaciones de la reciente Cumbre Mundial para la Sociedad de la Información está la integración (mainstreaming) de las TIC en la cooperación al desarrollo: “Las TIC deben incorporarse plenamente en las estrategias de asistencia oficial para el desarrollo a través de un intercambio de información y una coordinación más eficaces entre los donantes, y mediante el análisis y el intercambio de prácticas óptimas y enseñanzas extraídas de la experiencia adquirida con los programas de TIC para el desarrollo.”

Efectos sociales y de gobernabilidad de las TIC

En los países desarrollados, las implicaciones que se derivan del uso de las TIC en todos los ámbitos de actividad (economía, administración pública, educación, sanidad, comercio, cultura, etc.) configuran un nuevo escenario socioeconómico conocido como Sociedad de la Información (SI).

En lo que respecta a la dimensión social, las nuevas tecnologías pueden facilitar una mejor equiparación (o ‘democratización’) del acceso a la información, una mayor participación de todos los actores afectados en un proceso dado, lo que en la esfera pública se traduce en la posibilidad de aumentar el grado de participación ciudadana, así como facilitar más información sobre los procesos públicos, y en última instancia una mayor transparencia y control sobre dicha actividad pública. Por otro lado, se facilita la constitución de redes entre personas y organizaciones que comparten afinidades e intereses, dando un nuevo sentido al asociacionismo, y procurando nuevas vías de cooperación y actuación a movimientos ciudadanos, culturales, políticos, medioambientales, etc. Tanto la mayor participación ciudadana, como su reticulación, inciden a su vez sobre la gobernabilidad (entendida como una característica social y no simplemente de los gobernantes). En cuanto a las funciones de gobierno propiamente dichas, los servicios públicos encuentran en las TIC una nueva vía de modernización, acercando y facilitando la prestación de los servicios al ciudadano, ya que ofrecen nuevos interfaces de comunicación y se aligera la tramitación de los expedientes (pago de impuestos, citas sanitarias, etc.). Mediante el uso de las TIC los gobiernos pretenden tanto que los beneficios de éstas lleguen a sus ciudadanos y empresas, facilitando las relaciones entre todas las partes, como reforzar la cohesión social y geográfica de sus sociedades, prestando especial atención a la incorporación de colectivos en mayor riesgo de exclusión a la SI con medidas específicas para este fin (tanto en lo relativo al fomento del despliegue de infraestructuras como a la capacitación o alfabetización digital).

La Brecha Digital

La expansión en el uso de las nuevas tecnologías no está exenta de riesgos. Se ha dicho que las TIC tienen tendencias a ‘amplificar’ situaciones, y esto puede ocurrir en lo relativo a diferencias socio-económicas ya existentes entre países, o en el interior de cada país, entre distintas regiones y grupos sociales, de edad y de género, etc. Como expresa un reciente informe de Ingeniería sin Fronteras: “En un contexto de profundas inequidades socioeconómicas, la introducción de las TIC sin una estrategia social y política puede agravar las desigualdades. La realidad es que las TIC benefician, de entrada, a la población y las empresas mejor situadas, que tienen los recursos para permitirse la tecnología y los conocimientos para utilizarla. En muchas sociedades frecuentemente esto conlleva un reforzamiento de la posición dominante masculina frente a la femenina”.

Los beneficios que potencialmente puede procurar el uso de las TIC en todas las actividades son la cara amable de la Sociedad de la Información (SI). El reverso de la moneda sobreviene cuando las personas y los pueblos no tienen acceso real a las TIC, el sistema nervioso de la SI. Lo importante no es tanto la brecha digital en sí como los efectos y consecuencias que de ella se derivan, sus implicaciones. Es cierto que la brecha digital es una expresión de otras brechas, pero el problema es que también contribuye a exacerbar las demás, en un círculo vicioso del desarrollo. Por lo tanto, el propósito al luchar contra la brecha digital no es otro que contribuir a disminuir esas otras brechas socioeconómicas de las que es manifestación y en parte causa.

Además, la brecha digital es dinámica: la orilla de los más avanzados se mueve constantemente en el sentido de alejamiento, y este alejamiento puede ser lineal o inclusive exponencial. Se construyen indicadores que tratan de cuantificar el problema (como en el Informe Mundial sobre el desarrollo de las Telecomunicaciones de la UIT), pero no existe un consenso sobre los indicadores. Así, indicadores como número de hogares con acceso a Internet carecen de valor en los países en desarrollo, donde quizás sería más útil medir distancia, en kilómetros, al punto de acceso a Internet más cercano. Es la diferencia entre un modelo que apunta al individuo, porque la infraestructura y el nivel de desarrollo del país lo permite, y otro que apunta a la comunidad. Otros indicadores, más complejos de obtener, no se refieren tanto a la disponibilidad de infraestructuras y acceso a la tecnología, como al aprovechamiento que se pueda hacer de las mismas, el acceso real a la información de que se puede disponer (condicionado por factores como recursos económicos y bagaje cultural).

Y, por último, decimos brecha ‘digital’, aunque en realidad afecta a todo tipo de tecnología TIC, las analógicas y las digitales, y también se consideran incluidos en este conjunto los medios de comunicación, como instrumento tradicional de información y comunicación (como por ejemplo la prensa escrita). En este sentido, brecha digital se convierte en indicador de pobreza informacional. Por todo ello las políticas públicas, conscientes de los riesgos de la brecha digital, buscan estrategias que potencien la inclusión en la Sociedad de la Información, prestando especial atención a los colectivos más vulnerables.

Las TIC y los Objetivos de Desarrollo del Milenio

Las TIC pueden coadyuvar al logro de todas las otras Metas de Desarrollo de la Declaración del Milenio. Sobre esta idea se apoya el concepto de ‘mainstreaming’ o integración profunda de las TIC. Existe un gran debate e intercambio de experiencias a nivel internacional que recoge ejemplos reales de cómo se lleva a la práctica. Por ejemplo, el Grupo de las TIC de Naciones Unidas (UN ICT Task Force) compuesto por gobiernos, ONG, empresas, universidades y expertos a nivel individual, preparó un mapeo entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio y las TIC para la primera fase de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (2003) a efectos de concienciar a tomadores de decisión y planificadores sobre la utilidad de las TIC para contribuir a cumplir cada objetivo.

Una de las características distintivas de esta Cumbre, es que aún siendo una Cumbre de estados se ha procurado la participación activa del sector privado y la sociedad civil, además de organismos internacionales. Esto responde al entendimiento de que para un desarrollo armónico de la SI es necesario el concurso de todas las partes interesadas, cada uno dentro de su ámbito de competencia y experiencia.

La mayor virtud de la Cumbre ha sido que se ha identificado el conjunto de temas de interés en el marco de la SI bajo cualquiera de las dos visiones, la tecnológica y la de desarrollo. Supone por tanto un compendio de cuestiones a tener en cuenta por cualquiera que quiera abordar la incorporación de su país o comunidad a la SI. Entre los temas marco en que se engloban estas cuestiones figuran: la función de los gobiernos y todas las partes en la promoción de las TIC para el desarrollo, infraestructura, acceso a la información y al conocimiento, creación de capacidades, fortalecimiento de confianza y seguridad en el uso de las TIC, entornos habilitadores (para aprovechar las TIC en procesos de desarrollo), aplicaciones temáticas de las TIC, diversidad e identidad cultural, diversidad lingüística y contenido local, medios de comunicación, dimensiones éticas de la sociedad de la información, y cooperación internacional/regional.

Es decir, se ha realizado un diagnóstico de los condicionantes que determinan el ‘acceso real’ a las TIC mencionado anteriormente: que existan infraestructuras, que estén disponibles y a precios asequibles, que se sepan utilizar (capacitación), que ofrezcan contenidos/servicios relevantes, y que esté en vigor un marco regulatorio que favorezca el uso de las TIC para el desarrollo socio-económico.

Aplicaciones de las TIC

Educación

Las distintas dimensiones de la educación ofrecen múltiples campos de aplicación para las nuevas tecnologías, como observamos en nuestro entorno cotidiano. Los fundamentos de su aplicación son mejorar el aprendizaje, y apoyar la enseñanza. Existe experiencia consolidada sobre usos de las TIC que favorecen tanto la formación general del profesorado como los procesos de aprendizaje de los alumnos, o la gestión del sistema escolar.

No es meramente (ni prioritariamente) una cuestión de infraestructuras. Por ejemplo, no se trata de implantar la formación online para superar deficiencias en la estructura educativa de un país. Se trata de que las TIC ayuden a consolidar y fortalecer dicha estructura, lo cual se puede lograr con tecnologías básicas.

El desarrollo de habilidades TIC facilitará a las nuevas generaciones su inclusión socio-laboral en la Sociedad de la Información, que les puede abrir nuevas posibilidades y opciones vitales. La integración de las TIC en los procesos educativos puede reducir el aislamiento de las escuelas, facilitando el acceso a información y recursos pedagógicos a través de medios audiovisuales, e Internet. También permitiendo la comunicación y la colaboración entre alumnos y profesores de escuelas diversas (inclusive de otros países). En definitiva, las TIC pueden impulsar el funcionamiento de redes educativas y del aprendizaje en red, tan acorde a las estructuras de la Sociedad de la Información.

Las TIC ofrecen una gran oportunidad de empoderar a las niñas, acercándolas desde pequeñas a la tecnología, un entorno que normalmente les está vedado. Si se familiarizan desde pequeñas con estas herramientas se facilita su formación como ciudadanas del futuro.

Una dimensión importante a explorar es la formación a distancia, ya sea completamente online o semi-presencial. Más aplicado posiblemente a la universidad o a alumnos adultos, uno de sus usos clave es la formación a distancia de los profesores que estén en localidades remotas, a la vez que garantiza su conexión con el sistema educativo, y con otros profesores. Es un ejemplo de lo que se denomina ‘educación a lo largo de la vida’ (lifelong learning) o simplemente de esquemas de formación continua y que también incluye la formación ocupacional y el intercambio organizado de experiencias entre profesionales en distintos países.

Salud

Tanto si se trata de una estrategia sectorial sobre salud, de un programa o de un proyecto, la relación entre las TIC y la salud es creciente. Para empezar, es importante evitar que un elemento del sistema sanitario permanezca aislado del resto, tomando medidas proactivas para su integración en el conjunto del sistema. No hace falta recurrir a sofisticadas herramientas de telemedicina, sino asegurar que el personal sanitario en zonas remotas pueda recibir un apoyo mínimo, que le permita realizar consultas a otros especialistas, actualizar sus conocimientos, enviar datos epidemiológicos, comunicar emergencias, etc. Aún cuando las posibilidades de comunicación sean muy restringidas, algo es mejor que nada.

De igual modo, en lo que se refiere a reducir la mortalidad infantil o mejorar la salud materna es importante incrementar el acceso a información sencilla y relevante, tanto por parte del personal sanitario, como de los hombres, mujeres y niños a los que atienden, utilizando contenidos apropiados en las lenguas locales. Esto se puede facilitar tanto mediante la provisión de elementos de comunicación a los enclaves remotos como utilizando medios clásicos (radio, televisión) o a través de telecentros comunitarios.

Gobernanza democrática, participación ciudadana y desarrollo institucional

Las TIC permiten reforzar los sentimientos de pertenencia, participación y control sobre las instituciones, por lo que impactan y pueden favorecer los aspectos de gobernabilidad de una zona o país. Ciertamente dichas tecnologías son clave para crear y potenciar redes entre los distintos actores que comparten intereses o inquietudes comunes. También se facilita una gestión más transparente de las administraciones públicas, ofreciendo información al público sobre materias de interés público, por ejemplo. sobre la tramitación de las leyes o el manejo de los presupuestos. La administración electrónica a su vez abarca el abanico de servicios públicos, desde el pago de declaraciones de renta, la constitución de empresas, los registros de propiedad de la tierra, la solicitud de subvenciones, y un largo etcétera de procedimientos que se pretende acercar a la población superando barreras físicas.

Sostenibilidad ambiental

Existen variadas aplicaciones de las TIC para mejorar la gestión y el control de los recursos medioambientales, con implicaciones no sólo sobre el medio ambiente sino también sobre las economías directamente relacionadas con una gestión racional del mismo (ej. explotación piscícola).

Al respecto, son de interés el uso de tecnologías que emplean sensores remotos y redes de comunicación para recabar sus datos y realizar un control más efectivo y una mejor gestión de los recursos, así como contribuir a la mitigación de posibles riesgos (protección de la masa forestal, control de caudales, lucha contra la pesca ilegal, etc). Las redes de comunicación también sirven para compartir información sobre distintos indicadores de calidad (del aire, del agua) y sensores de alarmas (tormentas, fuegos, inundaciones).

Comunicación

• Locutorios

Los locutorios son centros públicos que permiten el acceso comunitario a las TIC y a la información que dicha tecnología facilita. Suponen una estrategia de acercamiento popular a las TIC que permiten abordar una gran variedad de situaciones y ofrecer una solución flexible a la medida de las comunidades. Se suelen instalar en lugares de valor público para la comunidad, como escuelas, bibliotecas, ayuntamientos, o locales de ONG. Desde allí pueden actuar como auténticos dinamizadores de la vida local y ofrecer una gran variedad de servicios, desde el puro acceso, hasta acciones de formación (dirigidas a distintos sectores de la población de forma diferenciada, incluidas las mujeres), servicios de educación a distancia, apoyo a empresas locales, acciones dirigidas a la creación de contenidos locales, etc.

Los locutorios figuran entre los principales instrumentos para lograr el acceso universal a corto y medio plazo, y están muy extendidos por todo el mundo. La idea básica es que el acceso universal a las TIC y en particular a Internet no pasa todavía por que cada persona tenga acceso desde su casa, trabajo o escuela. En esto se diferencia de otras utilidades públicas, como el agua o la electricidad, donde la intención es llevar agua potable o energía eléctrica directamente a cada usuario. En el medio o largo plazo (dependiendo del país) el acceso a las TIC podrá efectivamente lograrse a nivel individual, pero mientras esto ocurre el objetivo es que al menos exista un acceso comunitario que agregue recursos escasos (como la conectividad) para proveer servicios a cualquier individuo y organización que lo requieran en una comunidad.

• Redes ciudadanas y comunitarias

En la actualidad, las redes ciudadanas o comunitarias reúnen a personas que quieren utilizar las nuevas tecnologías para una renovación de sus comunidades en la era digital. Utilizan sitios web como puntos de encuentro o plazas virtuales propias de la Sociedad de la Información, pero son algo más que una simple web: son nuevas formas asociativas de la era digital.

En ellas participan actores locales (una asociación, una ciudad, un barrio, una comunidad indígena, una librería, un club de jóvenes o de mujeres...), nacionales y hasta globales, utilizando las nuevas tecnologías con el propósito de producir una transformación social, sea en forma de desarrollo económico, mayor participación ciudadana o inclusión social. Están expandidas por todo el mundo, y por tanto podrían enumerarse multitud de ejemplos.

• Nuevos medios

Las nuevas TIC (digitales) complementan a las tradicionales (radio, televisión, etc.) con nuevos medios de generación de contenidos y nuevas formas de difusión de los mismos. Entre los usos de las nuevas TIC en la Comunicación, pueden señalarse:

• Radios comunitarias

• Sitios webs o blogs, así como la emisión por cámaras web o de radio través de la Red que posicionan al individuo como un nuevo ‘medio’ de comunicación o como vidriera informativa de una organización.

• Contenidos audiovisuales con videocámaras digitales, para difundir y documentar experiencias (por ejemplo, con fines pedagógicos).

• Listas de discusión y foros electrónicos como medio para crear opinión y concienciar a colectivos específicos.

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