Estado de derecho digital

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El Estado de Derecho es un concepto de la teoría política, jurídica y moral que afirma que la autoridad del gobierno sólo puede ser ejercida siguiendo leyes escritas, las cuales deben haber sido adoptadas mediante un procedimiento establecido. La característica más destacada del Estado de Derecho es el principio de legalidad, también conocido como Imperio de la ley.

Estado de Derecho digital: datos abiertos, discrecionalidad cerrada

La aparición de nuevos dispositivos inteligentes, las nuevas redes de comunicación, la posibilidad de acceder a hardware más económico para el almacenamiento y procesamiento y las nuevas técnicas de manejo de datos masivos (Big Data), conforman un estado de derecho digital que les permite a ciudadanos y consumidores transformar la forma en la que viven, a partir de decisiones bien fundamentadas, basadas en información que rápidamente se transforma en conocimiento. Los datos abiertos que puedan ser utilizados, reutilizados y redistribuidos libremente por cualquier persona, y compartirse de la misma manera en que aparecen, crean las condiciones para “cyberincidir” en la democracia y para practicar el consumo consciente.

El movimiento de datos abiertos

La democratización de la información de interés público a partir de la práctica de apertura de datos está consolidando una forma innovadora de participación ciudadana, dado que permite conocer mejor los problemas sociales, económicos, políticos y ambientales y al mismo tiempo, recrea una institucionalidad virtual que instala el Estado de Derecho digital en las democracias modernas.

Uno de los hitos que marcan la importancia de los datos abiertos fue la decisión del gobierno de los Estados Unidos de crear en febrero de 2015 el cargo de “científico de datos”. Su tarea principal es aprovechar el poder de la tecnología y la innovación para ayudar al gobierno a abrir información relevante y ponerla al alcance de los ciudadanos. En el mismo momento en que se asignó este rol, se tomó la decisión de abrir más de 135.000 fuentes de datos sobre diversas temáticas (sociales, económicas, ambientales) a través del sitio www.data.gov. De esta forma, el gobierno de Estados Unidos busca que toda la sociedad civil se involucre y desarrolle soluciones para hacer frente a los desafíos que plantea una realidad cada vez más compleja y sofisticada.

Ante esta decisión del gobierno americano, otros gobiernos y organizaciones comprendieron la importancia de la apertura de datos y se sumaron a la tendencia. Ejemplo de esto es la plataforma “datamx”, un portal mexicano de datos abiertos apoyado por el Fondo Acelerador de Innovaciones Cívicas, que reúne a 46 organizaciones de la sociedad civil y gobiernos que publican más de 900 sets de datos a la comunidad para buscar soluciones a distintas temáticas. Otra iniciativa importante es la que realiza la organización Alianza para el Gobierno Abierto, que abrió un proceso de consulta ciudadana para recibir aportes y comentarios a la Carta de Principios Internacionales para los Datos Abiertos, un compendio de buenas prácticas y políticas sobre la temática.

Un ejemplo del uso de datos abiertos es la aplicación Atuservicio.uy lanzada en febrero de 2015 por DATA Uruguay y el Ministerio de Salud Pública (MSP). Esta página web se alimenta de datos abiertos y permite obtener, visualizar y comparar información de los prestadores de salud en ese país. Posibilita a los usuarios comparar de forma sencilla distintos proveedores de salud respecto de tiempos de espera, metas cumplidas y precios de medicamentos, entre otras áreas. Es así como los usuarios del sistema de salud público uruguayo se empoderan y pueden elegir cambiar de proveedor una vez al año, contando con la información necesaria para tomar la mejor decisión. Atuservicio fue desarrollada en el marco de la Iniciativa Latinoamericana por los Datos Abiertos (ILDA) y cuenta con el apoyo del Fondo Acelerador de Innovaciones Cívicas.

¿Qué se puede hacer con los datos abiertos?

La posibilidad de comprender los problemas desde una mirada fundada en datos permite no sólo tener sustento en las estrategias a seguir, sino que también encontrar relaciones que pueden potenciar la acción para resolverlos.

Por ejemplo, la falta de acceso al agua potable de una ciudad muestra desde la mirada de los datos una relación entre el crecimiento demográfico y el impacto del cambio climático. La apertura de las fuentes de datos es para la sociedad civil organizada una oportunidad increíble para potenciar sus causas desde una perspectiva innovadora. Pero para sacar provecho de esta oportunidad se deberán desarrollar nuevas capacidades para la investigación, procesamiento y comunicación de la información y generar además procesos colaborativos que involucren a los diversos actores que trabajan con datos y acceso a información de forma aislada. Se trata de diseñar una nueva institucionalidad que convierta a los datos abiertos en la base de un conocimiento accesible para todos, hecho que permitirá consolidar un Estado de Derecho digital, que permita empoderar a los consumidores y ciudadanos para definir su propia calidad de vida e incidir en la definición de la calidad de vida colectiva.