Diferencia entre revisiones de «El paradigma del poder tradicional»

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* [https://vlex.com.mx/vid/poder-tipologia-masivos-comunicacion-43099500 El poder: naturaleza y tipología].
 
* [https://vlex.com.mx/vid/poder-tipologia-masivos-comunicacion-43099500 El poder: naturaleza y tipología].
 
* [https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-65682011000200014&lng=es&nrm=iso El poder y los valores en Weber, Freud y Kelsen, a la luz del “nuevo paradigma científico” y en relación con América Latina.]
 
* [https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-65682011000200014&lng=es&nrm=iso El poder y los valores en Weber, Freud y Kelsen, a la luz del “nuevo paradigma científico” y en relación con América Latina.]
* [[El poder como servicio|El paradigma del poder como servicio.]]
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* [https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/27112.pdf El poder político y las teorías del poder]
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* [https://es.scribd.com/doc/20725881/linea-del-tiempo-sobre-concepto-del-poder Linea Del Tiempo Sobre Concepto Del Poder]
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Revisión actual del 14:40 12 dic 2022

El poder es la capacidad de un individuo para influir en el comportamiento de otras personas u organizaciones. Es aquello que nos permite imponer la propia voluntad en un vínculo personal o en una relación social.

Comúnmente, significa tener la capacidad de hacer que determinadas cosas ocurran. Los poderosos, o sea, los que tienen poder, son quienes hacen posibles las cosas, quienes determinan si algo ocurre o no. Ello implica tener las capacidades necesarias, sean del tipo que sean: sociales, legales, económicas, políticas, etc. En nuestras sociedades, y en las organizaciones del sector privado y social, la idea de poder está asociada también a la de autoridad. Llamamos “autoridades” a quienes otorgamos el poder o la conducción de las organizaciones de las que formamos parte para que, en nombre de todos, se tomen las decisiones más complejas. El término "autoridad" se usa a menudo para designar al poder cuando éste es percibido como legítimo.

El poder se puede expresar tanto “hacia arriba” como “hacia abajo. Con poder descendente, el directivo de una empresa influye en los subordinados para alcanzar los objetivos fijados. Por el contrario, cuando en una empresa se ejerce un poder ascendente, son los subordinados quienes influyen en las decisiones de sus líderes.

Gran parte del reciente debate sobre el poder gira en torno a la cuestión del poder como un medio para hacer posibles las acciones sociales tanto para restringirlas o prevenirlas.

El poder puede ser considerado injusto. Este tipo de ejercicio del poder es históricamente endémico entre los humanos; sin embargo, como seres sociales, los seres humanos también pueden ejercer el poder con objetivos humanísticos que ayudarán y empoderarán a otros.

Teoría de las bases del poder

El poder como capacidad de influir en el comportamiento del otro, generalmente se basa en:

El poder originario

Es el que se encuentra en el pueblo, sociedad, masas, bases, partes interesadas, públicos, grupos, etc., (conceptos que no son intercambiables entre sí). Ya que el hombre no puede vivir aislado, tiene que vivir en sociedad; ésta necesita un orden para poder existir. El colectivo es la fuente última de dicho orden.

El poder originario se manifiesta a través de establecer un orden, generalmente a través de una norma o de una costumbre. En otras palabras, al establecer las reglas de juego que permitan vivir y convivir en paz, con libertad, con seguridad y con mecanismos para dirimir las controversias que se suscitan en esa convivencia. Entonces el summum del poder es el de la sociedad, el del pueblo, o si se quiere, el de las masas o de las bases; es el poder originario que permite la propia conveniencia, que se puede manifestar como realidad, o a través de una norma o una costumbre colectivamente aceptada.

El poder económico

Es aquel que detenta la propiedad de los medios de producción y tiene la capacidad de alcanzar una ganancia que acumulada le permite influir en el proceso económico en general. Las empresas, los comercios, los bancos, los aseguradores se organizan y se asocian en federaciones y confederaciones para defender sus intereses y ampliar su influencia y fuerza frente a los otros poderes. Los diversos procesos económicos están regulados jurídicamente. En principio, el poder económico tiene que ajustarse a las normas, pero hay campos en los que la regulación es casi inexistente o deficiente, o los sujetos económicos mencionados tienen el poder suficiente para lograr una legislación subordinada a sus intereses.

El poder ideológico

Es aquel que, a través de la elaboración y proyección de conocimientos, imágenes, símbolos, valores, normas de cultura y ciencia, ejerce la coacción psíquica, logra que la sociedad, el grupo, o una persona actúe en una forma determinada. El poder ideológico tiene su fundamento en la posesión "de ciertas formas de saber inaccesibles para la mayoría, de doctrinas, conocimientos, incluso de información, o de códigos de conducta, para ejercer una influencia en la conducta ajena e inducir el comportamiento del grupo para actuar de una forma en lugar de otra". Es decir, el medio que emplea el poder ideológico es el conocimiento, la coacción psíquica o ambos; son los instrumentos de los cuales se han servido los sacerdotes, los científicos, los escritores, los medios de comunicación masiva, los maestros y las asociaciones que los reúnen y congregan.

El poder asociativo

Se encuentra en organizaciones que agrupan a quienes une un mismo objetivo, o para la defensa de sus intereses comunes. La organización tiene posibilidades de ser efectiva en conseguir o en alcanzar las metas propuestas, o en lograr beneficios para sus agremiados. La participación en dichas organizaciones es generalmente, y así debe ser, voluntaria; sus fines e intereses son de los más diversos, y en este campo encontramos a los diferentes grupos de presión y de interés que existen en la sociedad.

El poder legítimo

También llamado "poder posicional", el poder legítimo es el poder institucional que deriva de la posición que se ocupa dentro de una organización de acuerdo con los deberes del titular de la posición dentro de la misma. El poder legítimo es la autoridad formal delegada al titular del puesto. Suele ir acompañado de varios atributos de poder como, por ejemplo, un uniforme, un título o una oficina imponente.

El poder de referencia

El poder de referencia o carismático es la capacidad de las personas para atraer a otros y generar lealtad. Se basa en el carisma y las habilidades interpersonales del titular del poder. Una persona puede ser admirada debido a un rasgo personal específico y esta admiración crea la oportunidad para ejercer su influencia personal. En este sentido, la persona influenciada desea identificarse con estas cualidades personales y obtiene satisfacción de ser un seguidor aceptado.

La industria de la publicidad ha usado durante mucho tiempo el poder de referencia de las figuras deportivas para respaldar los productos que debe promocionar. El atractivo carismático de la estrella del deporte lleva a una aceptación basada en el respaldo, aunque la persona pueda tener poca credibilidad real fuera del ámbito deportivo.

El poder de referencia es inestable y no es suficiente para un líder que quiere duración y respeto. Sin embargo, cuando se combina con otras fuentes de poder, puede ayudar a una persona a lograr un gran éxito.

El poder experto

El poder experto es el poder de un individuo derivado de las habilidades o experiencia de la persona y las necesidades de la organización de dichas habilidades y experiencia. A diferencia de los otros, este tipo de poder suele ser altamente específico y limitado al área particular en la que el experto está capacitado y calificado. Cuando se tienen conocimientos y habilidades que a una persona le permiten comprender una situación, sugerir soluciones, usar un juicio sólido y, en general, superar a los demás, las personas tienden a escucharlos. Cuando los individuos demuestran experiencia, las personas tienden a confiar en ellas y respetar lo que dicen. Como expertos en la materia, sus ideas tendrán más valor y, en consecuencia, otros buscarán su liderazgo en esa área.

El poder de recompensa

El poder de recompensa depende de la capacidad del portador del poder para conferir valiosas recompensas materiales. Se refiere al grado en que el individuo puede dar a los demás una recompensa de algún tipo, como beneficios, tiempo libre, regalos deseados, promociones, aumentos de sueldo o responsabilidad. Este poder es obvio, pero, si se abusa de él, termina siendo ineficaz. Las personas que abusan del poder de recompensa pueden ser agresivas o "mover las cosas demasiado rápido".

El problema con este tipo de poder es que el recompensador puede no tener tanto control sobre las recompensas como sea necesario. Los supervisores rara vez tienen control completo sobre los aumentos salariales, y los gerentes a menudo no pueden controlar las promociones por sí mismos. E incluso un CEO, necesita permiso de la junta directiva para algunas acciones. Entonces, cuando alguien usa las recompensas disponibles, o las recompensas no tienen suficiente valor percibido para los demás, su poder se debilita. Una de las frustraciones de usar recompensas, es que a menudo las mismas necesitan ser cada vez más grandes para tener el mismo impacto motivacional. Incluso entonces, si las recompensas se dan con frecuencia, las personas pueden llegar a sentirse saciadas, de modo que con el correr del tiempo las mismas pierden su efectividad.

El poder coercitivo

El poder coercitivo es la aplicación de sanciones. La coacción se fundamentaba en el temor de un daño seguro en el caso de incumplir lo ordenado. Este poder hace que se ponga en perspectiva la libertad del individuo, dando como fin la dominación de éste a través de reglas coactivas que en vez de ordenar subordinan.  Las amenazas y los castigos son herramientas comunes de coerción. Son características del uso del poder coercitivo amenazar con que alguien sea despedido, degradado, se le nieguen privilegios, o se le den asignaciones indeseables. El poder coercitivo tiende a ser la forma de poder más obvia, pero menos efectiva, ya que genera resentimiento y resistencia por parte de las personas que lo experimentan.

El uso extensivo del poder coercitivo rara vez es apropiado en un entorno organizacional, y confiar solo en esta forma de poder, da como resultado un estilo de liderazgo muy frío y empobrecido.

El poder informativo

El poder informativo es aquel que se desprende del control o del manejo que un actor social tiene sobre la información que el público consume, es decir, el poder de manipular o administrar la información y con ella la opinión pública. Sin embargo, este tipo de poder no solo lo poseen los medios de comunicación. Toda aquella persona que conoce los secretos de otra, y tiene con quien compartirlos en pos del perjuicio que puede causar, también dispone de esta clase de poder.

El poder como impunidad

Según el diccionario de la RAE, impunidad refiere a la circunstancia de no recibir un castigo. Del vocablo latino impunitas, impunidad es una excepción de castigo o escape de la sanción que implica una falta o delito. Se refiere a la imposibilidad de llevar a los delincuentes ante la justicia y, como tal, constituye en sí misma una negación a sus víctimas de su derecho a ser reparadas. Esto quiere decir que, cuando hay impunidad, la persona que ha incurrido en una falta o un delito no recibe la pena que le corresponde por su accionar. De esta forma no se sanciona ni se enmienda su conducta. Cuando alguien actúa con impunidad, significa que sus acciones no tienen consecuencias. Una cultura de impunidad existe cuando los que niegan a otros sus derechos y  lo hacen sabiendo que es poco probable que tengan que rendir cuentas por sus acciones. Impunidad es un concepto directamente vinculado con corrupción, que consiste en el abuso de poder, que se expresa mediante el uso de oportunidades desde posiciones públicas o privadas, para obtener beneficios grupales o personales en favor propio.

El poder como servicio

En los grupos, en los barrios, en la escuela y en las comunidades siempre hay alguien que destaca: o porque toca un instrumento, o es un bailarín, o es un buen deportista, o es muy estudioso, o tiene un gran poder de convocatoria para organizar reuniones, o por alguna otra característica. Esa persona suele ser un referente. Y, eventualmente, puede influir en los demás para realizar alguna actividad o cambiar su manera de ver el mundo. Esto ocurre normalmente en cualquier dinámica en la que intervienen las personas. Esas personas que se convierten en referentes e influyen en los demás son admitidas, explícita o implícitamente, como líderes. Los líderes ejercen un poder y lo administran, para su propia conveniencia, para favorecer al grupo que los acoge y al que representan, o para cumplir con ambos objetivos.

Los elementos del poder

En toda relación de poder existe una desigualdad entre el que ordena y el que obedece. El que ordena posee los medios políticos, físicos, psíquicos, sociales o económicos para imponerse, basado en su voluntad, en una norma, o en una costumbre. Veamos con más precisión los elementos de la noción de poder:

  • Es un fenómeno social, es una relación entre personas. En un hombre que vive aislado –como Robinson Crusoe– no se presenta la cuestión del poder.

  • En la relación de poder hay un condicionamiento de la conducta o de la voluntad entre el que ordena y el que obedece.
  • Esa relación de poder es de carácter desigual, uno se encuentra en situación jerárquicamente superior.
  • El que ordena tiene los medios para imponerse; eso no quiere decir que necesariamente los tiene que utilizar, pero se encuentran a su alcance por si llega el caso. Esos medios pueden ser de la más diversa índole, como la coacción, la fuerza, los de carácter social, psíquico y económico.
  • En un muy alto grado, no es necesario emplear esos medios para imponerse, porque el poder del que ordena se reconoce o se expresa tácitamente. Se obedece por múltiples razones: por miedo, respeto, influencia, persuasión, interés propio, conveniencia, temor al desprestigio social, para "ganarse el cielo" o para no perderlo.
  • Como fenómeno social, el poder no es estático, todo lo contrario, es fluido, cambia constantemente la relación entre quien manda y quien obedece, se modifica de acuerdo con circunstancias de tiempo y espacio, y también con el comportamiento de los actores sociales.
  • El poder siempre ha existido, porque es un elemento indispensable para la vida en sociedad, es su energía; en consecuencia, es un dato histórico que se puede observar incluso en las asociaciones más primitivas y a través de los siglos.
  • Es un hecho, en parte, aunque no exclusivamente un fenómeno fáctico y mecánico; pero no es la ley de la selva, ni la ley del más fuerte o del más poderoso. Por ello, elementos importantes de y para el poder son su fundamento, legitimidad y finalidades.
  • El poder es un hecho y una relación, pero no todo poder es legítimo. La falta de legitimidad o su abuso, son causas para la desautorización, la desobediencia y la insubordinación. Entonces, el poder no es únicamente una relación fáctica, sino que implica elementos valorativos para que esa relación pueda prolongarse en el tiempo.
  • Es muy importante quien detenta el poder y toma las decisiones, porque para ello debe estar legitimado por el prestigio, la ascendencia, la costumbre, la norma jurídica o el goce del consenso.

  • A cambio de obedecer se espera algo en reciprocidad: beneficios propios, aseguramiento de la existencia, paz, orden, seguridad, protección y respeto a los derechos civiles, políticos y sociales, conocimientos o la obtención de una vida eterna feliz.

Existen conceptos cercanos al de poder, como por ejemplo, el de control, el de fuerza –que se refiere a una característica individual– o el de influencia o manipulación, en los cuales no se manifiesta la coacción directa, pero sí la capacidad de influir de todas maneras en la vida de los otros.

Principios del poder en las relaciones interpersonales

El poder como una percepción: el poder es una percepción, en el sentido de que algunas personas pueden tener un poder objetivo, pero aun así tienen problemas para influir en otros. Las personas que usan señales de poder y actúan de manera poderosa y proactiva tienden a ser percibidas como poderosas por otros. Algunas personas se vuelven influyentes a pesar de que no usan abiertamente un comportamiento poderoso.

El poder como concepto relacional: El poder existe en las relaciones. El problema aquí es cuánto poder relativo tiene una persona en comparación con su entorno. Los socios en relaciones cercanas y satisfactorias, a menudo se influyen mutuamente en diferentes momentos y en diferentes ámbitos.

El poder basado en los recursos: el poder generalmente representa una lucha por los recursos. Cuanto más escasos y valiosos son los recursos, más intensas y prolongadas son las luchas de poder. La hipótesis de escasez o la finitud, indica que las personas tienen el mayor poder cuando los recursos que poseen son difíciles de conseguir o tienen una gran demanda. Sin embargo, la escasez de recursos conduce al poder solo si se valora dentro de un vínculo o una relación.

El principio de menor interés y poder de dependencia: la persona con menos que perder tiene mayor poder en una relación. El poder de dependencia indica que aquellos que dependen de su relación son menos poderosos, especialmente si saben que el otro no está comprometido y podría abandonarlo. Según la teoría de la interdependencia, la calidad de las alternativas se refiere a los tipos de relaciones y oportunidades que las personas podrían tener si no estuvieran en su relación actual. El principio de menor interés sugiere que si existe una diferencia en la intensidad de los sentimientos entre las personas, aquella que se siente más cercana está en desventaja de poder, en cuyo caso, hay una relación inversa entre el interés en la relación y el grado de poder relacional.

El poder de habilitar o deshabilitar: se ha demostrado que las personas tienen más probabilidades de tener una influencia duradera en los demás cuando participan en un comportamiento dominante que refleja habilidad social en lugar de intimidación. El poder personal protege contra la presión y la influencia excesiva de otros y / o del estrés situacional. Las personas que se comunican a través de la autoconfianza y el comportamiento expresivo, tienden a tener éxito en el logro de sus objetivos y en el mantenimiento de buenas relaciones. El poder puede ser incapacitante cuando conduce a patrones destructivos de comunicación. Esto puede conducir al efecto escalofriante, donde la persona menos poderosa, a menudo duda en comunicar su insatisfacción, entonces se hace presente el patrón de retirada de la demanda, que ocurre cuando una persona hace demandas y la otra se pone a la defensiva y se retira. Ambos efectos tienen consecuencias negativas para la satisfacción del vínculo relacional.

El poder como prerrogativa: el principio de prerrogativa establece que el socio con más poder puede formular y romper las reglas. Las personas poderosas pueden violar las normas, romper las reglas, y gestionar las interacciones sin tanta penalización como las personas impotentes. Estas acciones pueden reforzar el poder de dependencia hacia la persona poderosa. Además, la persona más poderosa tiene la prerrogativa de manejar las interacciones tanto verbales como no verbales. En este sentido los poderosos pueden iniciar conversaciones, cambiar temas, interrumpir a otros, iniciar un contacto y finalizar discusiones más fácilmente que las personas menos poderosas.

Diferencia entre autoridad y autoritarismo

La diferencia entre una conducta de autoridad y otra autoritaria, se basa en la presencia o ausencia de legitimidad. Al igual que en los vínculos autoritarios, en los de autoridad también existe la asimetría, pero en este último, el trato está mediado por la diferente posición, capacidad o responsabilidad de los actores (padres e hijos, jefes y empleados, profesores y alumnos, etc.). En los vínculos de autoridad los sujetos representan y, eventualmente, crecen en sus posibilidades simbólicas. Quien ocupa la posición de estructurante, lo hace confirmando o ampliando su experiencia de ser responsable, o aprendiendo de la situación, mientras que quien ocupa la posición de estructurable, lo hace mejorando su aptitud para la tarea, además de la vivencia, de ambos, de formarse en el respeto de lo propio que constituye y permite la evolución de la relación. Tanto la autoridad como el autoritarismo se sustentan en una génesis antropológica común: el poder. Pero es el grado y calidad de las mediaciones construidas históricamente y asimiladas lo que diferencia a los vínculos de autoridad respecto de los de autoritarismo.

Poder instructivo y poder destructivo

El poder instructivo significa la capacidad de aumentar las oportunidades de acceso de otra persona al pensamiento o a la acción.

El poder destructivo, por el contrario, significa la oportunidad de disminuir las oportunidades de otra persona.

Esta distinción se hace evidente al observar las posibilidades de rechazar los intentos del poder: rechazar el poder instructivo es posible; rechazar el poder destructivo no lo es.

Categorías implícitas

Esta teoría analiza la cultura de los poderosos. Los poderosos son aquellas personas en la sociedad con fácil acceso a los recursos, aquellos que pueden ejercer el poder sin considerar sus acciones. Para los poderosos, su cultura parece obvia; para los impotentes, dicha cultura permanece fuera de su alcance y es cara.

La categoría implícita puede formar la marca de identificación de los poderosos y se convierte en el estándar para medir todo lo demás. Para la mayoría de los lectores occidentales, se postula que, si no se indica la raza de un protagonista, el lector supondrá que el protagonista es caucásico; si no se indica una identidad sexual, el lector asumirá que el protagonista es heterosexual; si no se indica el género de un cuerpo, el lector asumirá que es masculino; si no se indica una discapacidad, el lector asumirá que el protagonista es apto del cuerpo (solo un conjunto de ejemplos a tener en cuenta cuando hablamos de la cultura imperante).

A menudo se pueden pasar por alto las categorías implícitas. La blancura forma una categoría no marcada que no suele ser visible para los poderosos, ya que a menudo caen dentro de esta categoría. La categoría implícita se convierte entonces en la norma, con la consecuencia de que las otras categorías queden relegadas.

Contrapoder

El término contrapoder se usa en diferentes situaciones para describir la fuerza compensatoria que los oprimidos pueden utilizar para contrarrestar o erosionar el poder de las élites.

El contrapoder se divide en tres categorías:

  • Contrapoder de ideas.
  • Contrapoder económico.
  • Contrapoder físico.

El lema reza que “el poder abdica solo bajo la presión del contrapoder”.

Si bien el término ha cobrado importancia a través de su uso por los simpatizantes de los movimientos antiglobalización, el mismo tiene sus orígenes en la década del 60, y nace con los reclamos raciales en los Estados Unidos y los movimientos estudiantiles de mayo del 68 en Europa.

Investigaciones psicológicas

La psicología sugiere que cuanto más poder se tiene, menos se considera la perspectiva de los demás, lo que implica que los poderosos tienen menos empatía.

Las personas poderosas también tienen más probabilidades de actuar. Por ejemplo, apagan un ventilador que los molesta el doble de veces que las personas menos poderosas. Los investigadores también han documentado el efecto del espectador: descubrieron que las personas poderosas tienen tres veces más probabilidades de ofrecer ayuda a un "extraño en apuros".

Un estudio que involucró a más de 50 estudiantes universitarios sugirió que aquellos que fueron preparados para sentirse poderosos eran menos susceptibles a la presión externa, estaban más dispuestos a realizar comentarios honestos y eran más creativos.

Poder abusivo y control coercitivo

El poder abusivo y el control coercitivo, implican las formas en que los abusadores obtienen y mantienen el poder y el control sobre las víctimas, como por ejemplo el abuso psicológico, físico, sexual o financiero. Tales abusos pueden tener varias causas, como la ganancia personal, la gratificación personal, la proyección psicológica, la devaluación, la envidia, o simplemente, por el principio de placer, ya que el abusador puede disfrutar ejerciendo su poder abusivo y control impropio. Los abusadores pueden usar múltiples tácticas para ejercer poder y control sobre sus víctimas. Dicho control puede ser ayudado a través del abuso económico, lo que limita las acciones de la víctima, ya que puede carecer de los recursos necesarios para resistir al abuso. Los abusadores tienen como objetivo controlar e intimidar a las víctimas, o influir en ellas para que sientan que no tienen una voz igualitaria en la relación.

Los manipuladores y los abusadores pueden controlar a sus víctimas con una variedad de tácticas a saber:

  • refuerzo positivo: elogios, adulación, felicitación, regalos, atención, etc.
  • refuerzo negativo o castigo psicológico: regaños, tratamiento silencioso, insultos, amenazas, intimidación, chantaje, falta de atención, etcétera.
  • refuerzo parcial o intermitente: una combinación de ambas o su alternancia en el tiempo.
  • tácticas traumáticas: abuso verbal o ira explosiva.

Frente a una situación de abuso, se puede intentar legitimar, racionalizar, negar o minimizar el comportamiento abusivo, o culpar a la víctima por ello.

El aislamiento, la mentira, la desinformación, la propaganda, la desestabilización, el lavado de cerebro, el divide y vencerás, o facilitar el acceso al alcohol y las drogas, son todas estrategias que a menudo se utilizan para desorientar a la víctima.

Balance de poder

Debido a que el poder opera tanto relacional como recíprocamente, el equilibrio de poder entre las partes es un tipo de vínculo en el que todas las partes tienen alguna cuota de poder. El examen sociológico del poder se ocupa de descubrir y describir las fortalezas relativas: iguales o desiguales, estables o sujetas a cambios periódicos. Los sociólogos generalmente analizan las relaciones en las cuales las partes tienen un poder relativamente igual, o casi igual, en términos de restricciones en lugar de poder. Así, el término "poder" tiene una connotación de unilateralismo. En este sentido, es importante tener en cuenta que, dado que el poder no es innato y puede otorgarse a otros, para adquirirlo es necesario poseer o controlar alguna forma de moneda de poder para intercambiar.

Efectos positivos

  • El poder incita a las personas a actuar.
  • Hace que las personas respondan mejor a los cambios dentro de un grupo y su entorno.
  • Las personas poderosas son más proactivas, tienen más probabilidades de hablar, dar el primer paso y liderar la negociación.
  • Las personas poderosas están más centradas en los objetivos apropiados en una situación dada y tienden a planificar más actividades relacionadas con las tareas.
  • Las personas poderosas tienden a experimentar emociones más positivas, como la felicidad y la satisfacción, y sonríen más que las personas con poco poder.
  • El poder está asociado con el optimismo sobre el futuro, porque las personas más poderosas centran su atención en aspectos más positivos del medio que los rodea.
  • Las personas con más poder tienden a realizar funciones cognitivas ejecutivas con mayor rapidez y éxito, incluidos los mecanismos de control interno que coordinan la atención, la toma de decisiones, la planificación y la selección de objetivos.

Aspectos negativos

  • Los poderosos son propensos a tomar decisiones arriesgadas, inadecuadas o poco éticas y, a menudo tienden a sobrepasar sus límites. 
  • Tienden a generar reacciones emocionales negativas en sus subordinados, particularmente cuando se presenta un conflicto.
  • Cuando los individuos ganan poder, su autoevaluación se vuelve más positiva, mientras que sus evaluaciones hacen que las de los demás se vuelvan cada vez más negativas.
  • El poder tiende a debilitar la atención social hacia los subordinados, lo que conduce a la dificultad para comprender el punto de vista de otras personas.
  • Las personas poderosas también pasan menos tiempo recolectando y procesando información sobre sus subordinados y, a menudo, los perciben de manera estereotipada y despectiva.
  • Las personas con poder tienden a usar tácticas más coercitivas, a aumentar la distancia social entre ellas y sus subordinados, a creer que las personas no poderosas no son fiables y a devaluar el trabajo y la capacidad de las personas con menos poder.

Tácticas

En situaciones cotidianas, las personas utilizan una gran variedad de tácticas de poder para impulsar o incitar a las personas a que ejecuten una acción particular. Algunas de estas tácticas incluyen la colaboración, las quejas, las críticas, la exigencia, el acoso, la desconexión, la evasión, el humor, la inspiración, la manipulación, la negociación, la socialización y la súplica. Estas tácticas de poder se pueden clasificar en tres dimensiones diferentes:

  • Suave y dura: las tácticas suaves aprovechan la relación entre la persona y el objetivo. Son más indirectas e interpersonales (por ejemplo, colaboración, socialización). Por el contrario, las tácticas duras son contundentes, directas y dependen de resultados concretos. Sin embargo, no son más poderosas que las tácticas suaves. En muchas circunstancias, el miedo a la exclusión social puede ser un motivador mucho más fuerte que algún tipo de castigo físico.
  • Racional y no racional: las tácticas racionales de influencia utilizan el razonamiento, la lógica y el buen juicio, mientras que las tácticas no racionales se basan en la emocionalidad y la desinformación. Los ejemplos de cada uno incluyen negociación y persuasión, o evasión y menosprecio, respectivamente.
  • Unilateral y bilateral: las tácticas bilaterales, como la colaboración y la negociación, implican reciprocidad tanto de la persona que influye como de su objetivo. Las tácticas unilaterales, por otro lado, se promulgan sin ninguna participación por parte del objetivo. Estas tácticas incluyen la retirada y el hecho consumado.

Las personas tienden a usar diferentes tácticas. Por ejemplo, las personas con orientación interpersonal tienden a usar tácticas suaves y racionales. Además, los extrovertidos usan una mayor variedad de tácticas de poder que los introvertidos.

Las personas también elegirán diferentes tácticas en función de la situación del grupo y en función de a quién intentan influir.

Las personas también tienden a pasar de tácticas suaves a duras cuando se enfrentan a resistencia. Varios estudios demuestran que las tácticas de poder duras (por ejemplo, el castigo, tanto personal como impersonal, las sanciones basadas en reglas y las recompensas no personales) son menos efectivas que las tácticas blandas (poder experto, poder de referencia y recompensas personales). Probablemente se deba a que las tácticas duras generan hostilidad, depresión, miedo e ira, mientras que las tácticas suaves a menudo se corresponden con la cooperación. El poder duro también puede llevar a los miembros del grupo a perder interés en su trabajo, mientras que inculcar un sentimiento de autonomía en sus subordinados puede mantener su interés en el trabajo y una alta productividad incluso sin necesidad de control.

El poder coercitivo puede llegar a crear conflictos que pueden interrumpir el buen funcionamiento de todo el grupo. Cuando los miembros desobedientes son severamente reprendidos, el resto del grupo puede volverse más perturbador y desinteresado en su trabajo, lo que lleva a actividades negativas e inapropiadas que se propagan de un miembro problemático al resto del grupo. Este efecto se llama contagio disruptivo o efecto dominó, y se manifiesta fuertemente cuando el miembro reprendido tiene un alto estatus dentro de un grupo, y las directrices de la autoridad son vagas y ambiguas.

Resistencia a la influencia coercitiva

Las tácticas coercitivas se pueden tolerar cuando el grupo tiene éxito, se confía en el líder y el uso de tácticas coercitivas está justificado por las normas del grupo. Además, los métodos coercitivos son más efectivos cuando se aplican con frecuencia y de manera consistente para castigar las acciones prohibidas.

Sin embargo, en algunos casos, los miembros del grupo pueden optar por resistir la influencia de la autoridad. Cuando los miembros del grupo tienen un sentimiento de identidad compartida, es más probable que formen una “coalición revolucionaria” –un subgrupo formado dentro de un grupo más grande–, que busca interrumpir y oponerse a la estructura de autoridad del grupo.

Es más probable que los miembros del grupo formen una coalición revolucionaria y se resistan a una autoridad cuando la autoridad carece de poder de referencia, utiliza métodos coercitivos y pide a los miembros del grupo que lleven a cabo tareas desagradables. Debido a que estas condiciones crean reactancia; las personas se esfuerzan por reafirmar su sentido de libertad al afirmar su autonomía para sus propias elecciones y aceptar las consecuencias.

Teoría de la conversión de conformidad-identificación-internalización

Herbert Kelman identificó tres reacciones básicas, escalonadas, que las personas muestran en respuesta a las tácticas coercitivas:

  • cumplimiento,
  • identificación e
  • internalización.

Esta teoría explica cómo los grupos convierten a los miembros vacilantes en seguidores entusiastas con el tiempo.

En la etapa de cumplimiento, los miembros del grupo cumplen con las demandas de la autoridad, pero personalmente no están de acuerdo con ellas. Si la autoridad no controla a los miembros, probablemente no obedecerán.

La identificación ocurre cuando el objetivo de la influencia admira y, por lo tanto, imita a la autoridad, imita sus acciones, valores, características de la autoridad y adopta comportamientos de la persona con poder. Si es prolongada y continua, la identificación puede conducir a la etapa final: internalización. Cuando ocurre la internalización, el individuo adopta el comportamiento inducido porque es congruente con su sistema de valores. En esta etapa, los miembros del grupo ya no llevan a cabo órdenes de autoridad, sino que realizan acciones que son congruentes con sus creencias y opiniones personales. La obediencia extrema a menudo requiere internalización.

Entendimiento del poder

El entendimiento del poder se refiere a cómo uno percibe el poder, cómo se forma y acumula, y las estructuras que lo sostienen y quién lo controla. La educación puede ser útil para aumentar el entendimiento del poder. En una charla TED de 2014, Eric Liu señala que “no nos gusta hablar sobre el poder, ya que nos da miedo y pensamos que de alguna manera es malo, pues tiene una valencia moral negativa. 

Por su parte, Joe L. Kincheloe describe un "entendimiento cibernético del poder" que se ocupa de las fuerzas que dan forma a la producción de conocimiento y la construcción y transmisión de significado, y se trata más de involucrar el conocimiento que de "dominar" la información, y que se centra en la producción de conocimiento transformador y nuevos modos de rendición de cuentas.

El término poder como sinónimo de fuerza

Extensiones a nivel de los análisis

Cuarto poder, el de los medios de comunicación.

Quinto poder, el que se encuentra en las empresas públicas y en su capacidad de intervención económica (según unos), y (según otros) Internet y las redes de redes como superadora de los medios de comunicación.

Conceptos asociados

Formas de poder

Filosofía

 Conceptos de Michel Foucault:

o     Poder disciplinario

o     Poder pastoral

Conceptos del marxismo:

o     Poder popular

Para más información