Ecologia emocional

De Sosteniblepedia
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
The printable version is no longer supported and may have rendering errors. Please update your browser bookmarks and please use the default browser print function instead.

La ecología emocional es el arte de la sostenibilidad emocional. Nos invita a tomar conciencia de que formamos parte de un ecosistema humano y natural, dentro del cual todos somos piezas importantes e influimos en el conjunto.

La ecología emocional es el arte de transformar y dirigir nuestra energía de manera que tenga un impacto que pueda mejorar nuestro crecimiento personal, la calidad de nuestras relaciones y promover un mejor cuidado de nuestro mundo.

Nuestras acciones y nuestra pasividad tienen un impacto en el clima emocional global, haciendo que aumenten el desequilibrio, el sufrimiento, la enfermedad y la destructividad, o el equilibrio, la armonía, el bienestar y la creatividad.

Somos responsables de la persona que somos y corresponsables del mundo que tenemos. Apostar por la sostenibilidad emocional es ser inteligente. Hay que reducir el nivel de tóxicos que emanamos, reutilizar y reciclar capacidades y habilidades adormecidas, y reparar heridas para conseguir la armonía.

Para tener una vida emocionalmente sostenible es necesario trabajar las tres 'R':

- Reducir los contaminantes emocionales

- Reciclar recursos y emociones

- Recuperar la armonía

La ecología emocional ofrece por lo tanto un paralelismo creativo entre la gestión medioambiental y la forma de entender y gestionar las emociones. Hay dos valores claves: la responsabilidad y la conciencia del impacto emocional global. Todo lo que hacemos y todo lo que dejamos por hacer tiene consecuencias dentro del ecosistema humano.

Mercè Conangla y Jaume Soler, destacados profesionales dentro del área del autoconocimiento y de la psicología personal, son los creadores del concepto de Ecología Emocional y las personas que lideran el Instituto de Ecología Emocional que lo desarrolla y aplica.

Código ético de la ecología emocional

Dado que la ecología emocional nace con voluntad de aplicarse y trata con contenidos emocionales delicados y sensibles, es preciso que se nutra de unas fuentes éticas que garanticen la máxima seriedad y respeto a las personas. Estos son los principios en los que se basa:

● Principio de unicidad

Principio de realidad

● Principio de libertad

● Principio de responsabilidad

● Principio de respeto

Principio de prevención

● Principio de sostenibilidad

● Principio de crecimiento paralelo

● Principio de coherencia

Principio de acción

● Principio de conservación

Las leyes de la ecología emocional

1. Ley de la diversidad y riqueza de afectos: la vida natural depende de su diversidad y riqueza. Todos los afectos son necesarios.

2. Ley de la interdependencia afectiva: todas las formas de vida dependen entre sí. Somos sistemas de energía abiertos y nadie es emocionalmente autosuficiente. Todo lo bueno que hacemos tiene un impacto positivo en el Universo, lo desadaptativo perjudica a todos.

3. Ley de la gestión ecológica de los recursos afectivos: todos los seres vivos y todos los recursos son limitados. Hay que hacer una buena gestión de los afectos. Su mala gestión puede acabar agotándonos y destruyéndonos.

Las 7 leyes de la gestión ecológica de las relaciones:

1. Ley de la autonomía: ayúdate a ti mismo y los demás te ayudarán.

2. Ley de la prevención de dependencias: no hagas por los demás aquello que ellos pueden hacer por sí mismos.

3. Ley del boomerang: todo lo que haces a los demás, también te lo haces a ti mismo.

4. Ley del reconocimiento de la individualidad y la diferencia: no hagas a los demás aquello que quieres para ti, pueden tener gustos diferentes.

5. Ley de la moralidad natural: no hagas a los demás aquello que no quieres que te hagan a ti.

6. Ley de la autoaplicación previa: no podrás hacer ni dar a los demás aquello que no eres capaz de hacer ni darte a ti mismo.

7. Ley de la limpieza relacional: tenemos el deber de hacer limpieza de las relaciones que son ficticias, insanas y que no nos permiten crecer como personas.

Mente y emoción trabajan juntas para guiar nuestras acciones de cara a mejorar nuestra persona en términos individuales y también como parte de los sistemas sociales. Somos parte del problema cuando nos dejamos llevar por la vida en lugar de asumir nuestra responsabilidad, cuando no somos coherentes y no tomamos una posición clara sobre nosotros mismos y el mundo; cuando contaminamos emocionalmente, cuando dirigimos nuestra energía a la destrucción adoptando estrategias basadas en la violencia.

Ser parte de la solución consiste en elegir de forma responsable un modelo humano más amoroso, más creativo, autodependiente y pacífico. Sólo así tendremos posibilidades reales de sobrevivir como especie.

Más información

Ecología emocional

La rueda de las emociones