Diferencia entre revisiones de «Coopetencia»

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Sin embargo, se puede establecer una competencia “no destructiva”, en la cual las partes pueden aprovechar y enriquecerse con lo mejor del otro: la competencia de cada uno como máximo exponente de las propias capacidades y no como la forma de destruir al otro. En este escenario, se podría dar una sinergia entre los competidores, recogiendo las virtudes de cada uno en una situación en que todas las partes ganarían y con el máximo de ventajas para todos.<br>Esta competencia constructiva es la que da nacimiento a la coopetencia, que no es más que la unión equilibrada entre cooperación y competencia.  
 
Sin embargo, se puede establecer una competencia “no destructiva”, en la cual las partes pueden aprovechar y enriquecerse con lo mejor del otro: la competencia de cada uno como máximo exponente de las propias capacidades y no como la forma de destruir al otro. En este escenario, se podría dar una sinergia entre los competidores, recogiendo las virtudes de cada uno en una situación en que todas las partes ganarían y con el máximo de ventajas para todos.<br>Esta competencia constructiva es la que da nacimiento a la coopetencia, que no es más que la unión equilibrada entre cooperación y competencia.  
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Así como complementariedad tiene relación con cooperación, suplementariedad tiene relación con la competencia: "cuando aparece la suplementariedad, invade al conjunto una situación de competencia que esteriliza la tarea".  No debemos olvidar que la competencia entendida como la supervivencia o prevalencia del más apto se puede convertir muy rápidamente en el principio de una rivalidad que puede desenbocar en un conflicto y en una guerra.
  
 
===== El equilibrio necesario  =====
 
===== El equilibrio necesario  =====

Revisión del 18:08 3 nov 2014

Coopetencia

La palabra coopetencia nace del marketing, como resultado de la fusión de los términos cooperación y competencia. La revista Business Week lo llama “collaborative marketing”, y los autores Braderburger y Nalebuff, quienes lo llamaron “coopetencia”, se refieren a un concepto que se ha expandido a todas las esferas de la administración, obligando a las empresas a incorporar una arquitectura de cooperación que establece vínculos con otras compañías relacionadas.

Cooperación supone integración, supone primero conocer al otro para buscar apoyos mutuos en aquellos aspectos que unen, y soluciones comunes frente a lo que puede ser causa de enfrentamientos y daños estériles.
La competencia, por su parte, es inherente a la naturaleza humana, y obedece en cierto modo a la evolución del proceso de selección natural que vivimos como especie. Es así que solemos considerarla según la acepción del diccionario: “oponerse entre sí dos o más personas que aspiran a la misma cosa o a la superioridad en algo”.

Sin embargo, se puede establecer una competencia “no destructiva”, en la cual las partes pueden aprovechar y enriquecerse con lo mejor del otro: la competencia de cada uno como máximo exponente de las propias capacidades y no como la forma de destruir al otro. En este escenario, se podría dar una sinergia entre los competidores, recogiendo las virtudes de cada uno en una situación en que todas las partes ganarían y con el máximo de ventajas para todos.
Esta competencia constructiva es la que da nacimiento a la coopetencia, que no es más que la unión equilibrada entre cooperación y competencia.


Así como complementariedad tiene relación con cooperación, suplementariedad tiene relación con la competencia: "cuando aparece la suplementariedad, invade al conjunto una situación de competencia que esteriliza la tarea". No debemos olvidar que la competencia entendida como la supervivencia o prevalencia del más apto se puede convertir muy rápidamente en el principio de una rivalidad que puede desenbocar en un conflicto y en una guerra.

El equilibrio necesario

El individualismo a ultranza ha ido generando una concepción separativa y disociada del mundo. Nos vemos a nosotros mismos como entes aislados, independientes y autónomos; y como hemos ido perdiendo la noción de pertenencia y de sentirnos parte de entidades mayores a nosotros mismos, somos incapaces de percibir las sutiles tramas de relaciones que nos acercan o nos distancian de otros seres humanos, de los seres vivos y del universo.
Sin embargo, la comunidad humana, y por ende, las organizaciones, están insertas en una comunidad mayor que las incluye, donde la colaboración mutua y las buenas relaciones sociales participativas son elementos fundamentales para su desarrollo.
Es por ello que la coopetencia, expresión que potencia a la naturaleza humana en todos sus ámbitos, comienza a traspasar su acepción original y en el futuro se presume que será considerada indispensable para orientar las relaciones humanas y productivas al interior de las organizaciones, donde la cooperación y participación activa son vitales para potenciar sus recursos y habilidades.

Beneficios de la coopetencia

- Fortalece a las organizaciones y a la sociedad en general al transformar espacios de batalla en centros de unión y cooperación, por medio de los aspectos de mutuo interés.
- Facilita la gestión pública, de organismos y de asociaciones de toda índole, ya que permite el manejo de información y de relaciones más confiables, al contar con organizaciones más representativas y proactivas.
-Fomenta una cultura de servicio.
-Permite importantes ahorros de costos y la inversión en programas donde los intereses son comunes, por ejemplo: de capacitación, de legislaciones más adecuadas, de investigación, etc.
-Garantiza de mejor forma el bien común y el logro de objetivos, al permitir que cada grupo de asociados o cooperados mantenga una sola voz, con mayor grado de representatividad.
- En general, colabora en todas las acciones encaminadas a la solución de problemas comunes y a la generación de proyectos conjuntos que consoliden la unión y el crecimiento de las personas, las organizaciones y la comunidad.
- Es posible desarrollarla a todo nivel: tanto entre los miembros de una organización o comunidad, generando la creación de asociaciones internas que puedan constituirse en un apoyo y aportes para dicha organización o comunidad, como entre diferentes organizaciones, al permitir aunar esfuerzos para encontrar soluciones a una realidad cada vez más compleja y global, donde las alianzas y uniones son las que permitirán que el conjunto de la sociedad se encamine hacia un desarrollo sostenible.