Administración

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La administración es la disciplina científica que tiene por objeto el estudio de las organizaciones. Constituye una sociotecnología encargada de la planificación, organización, dirección y control de los recursos (humanos, financieros, materiales, tecnológicos, del conocimiento, etc.) de la organización, con el fin de tomar el máximo beneficio posible. Este beneficio puede ser social, económico, dependiendo de los fines perseguidos por la organización.

A través de su desarrollo se logra la supervisión y coordinación de las actividades laborales de otras personas, de manera que sean realizadas de forma eficiente y eficaz.

Otras definiciones de administración (según varios autores) son las siguientes:

  • La administración es una disciplina que estudia el comportamiento de personas e instituciones humanas expuestas a cambios continuos (Peter Drucker).
  • La administración utiliza un conocimiento fundamental organizado -la ciencia- y lo aplica de acuerdo a la realidad para obtener el resultado deseado y su arte es, el "saber cómo" alcanzar un resultado concreto. (Chester I. Barnard)
  • La Administración es una ciencia social que persigue la satisfacción de objetivos institucionales por medio de una estructura y a través del esfuerzo humano coordinado. (José A. Fernández Arenas).
  • La administración es el proceso cuyo objeto es la coordinación eficaz y eficiente de los recursos de un grupo social para lograr sus objetivos con la máxima productividad. (Lourdes Münch Galindo y José García Martínez).

Todas estas definiciones contienen ciertos elementos en común:

  • La existencia de objetivo(s) hacia el cual está enfocada la administración.
  • La administración se da en grupos sociales, es entre personas.
  • Debe existir el uso adecuado de recursos para lograr el fin común.
  • Requiere de la eficacia, es decir, lograr los objetivos establecidos o previstos.
  • Necesita la eficiencia que se refiere al logro de los objetivos, pero al menor costo y con la máxima calidad.
  • Productividad, es la obtención de los máximos resultados con el mínimo de esfuerzos humanos.


Etimología

La palabra “administración”, se forma del prefijo “ad” (“hacia”) y de “ministratio”. Esta última palabra viene a su vez de “minister”, vocablo compuesto de “minus” —comparativo de inferioridad— y del sufijo “ter”, que sirve como término de comparación. “Minister” significa “subordinación u obediencia; el que realiza una función bajo el mando de otro; el que presta un servicio a otro”.

Considerando la definición anterior, puede decirse entonces que:

  • Planificar: es el proceso que comienza con la visión que tiene la persona que dirige a una organización; la misión de la organización; fijar objetivos, las estrategias y políticas organizacionales, usando como herramienta el mapa estratégico; todo esto teniendo en cuenta las fortalezas/debilidades de la organización y las oportunidades/amenazas del contexto (análisis FODA). La planificación abarca el largo plazo (de 5 a 10 o más años), el mediano plazo (entre 1 y 5 años) y el corto plazo, donde se desarrolla el presupuesto anual más detalladamente. En la actualidad los cambios continuos generados por factores sociales, políticos, climáticos, económicos, tecnológicos, generan un entorno turbulento donde la planificación se dificulta y se acortan los plazos de la misma, y obligan a las organizaciones a revisar y redefinir sus planes en forma sistemática y permanente.
  • Organizar: responde a las preguntas ¿Quién va a realizar la tarea?, implica diseñar el organigrama de la organización definiendo responsabilidades y obligaciones; ¿cómo se va a realizar la tarea?; ¿cuándo se va a realizar?; mediante el diseño de proceso de negocio, que establece la forma en que se deben realizar las tareas y en qué secuencia temporal; en definitiva organizar es coordinar y sincronizar.
  • Dirigir: es la influencia positiva y voluntaria (que implica persuadir), para que todo lo que se ha planeado y organizado, se pueda realizar; en términos coloquiales significa "Hacer que las cosas se hagan" y la probabilidad de que se logre dicho objetivo aumenta cuando ejercemos sobre los miembros de la empresa el liderazgo, la motivación, la comunicación y la supervisión efectiva, para lo cual se recomienda que sea basado en la teoría de la toma de decisiones usando modelos lógicos y también intuitivos .
  • Controlar: es la medición del desempeño de lo ejecutado, comparándolo con los objetivos y metas fijados; se detectan los desvíos y se toman las medidas necesarias para corregirlos. El control se realiza a nivel estratégico, nivel táctico y a nivel operativo; la organización entera es evaluada, mediante un sistema de Control de gestión. Por otro lado, también se contratan auditorías externas, donde se analizan y controlan las diferentes áreas funcionales.

El objeto de estudio de la Administración son las organizaciones; por lo tanto, es aplicable a empresas privadas y públicas; instituciones públicas y organismos estatales, y a las distintas instituciones privadas. Por ejemplo: iglesias; universidades; gobiernos y organismos municipales, provinciales, nacionales; hospitales y otras instituciones de salud, fundaciones, etc. y a todos los tipos de empresas privadas; e incluso las familias y hogares.


La administración por áreas funcionales de la empresa

  • administración financiera o finanzas corporativas
  • administración comercial (marketing o mercadotecnia).
  • administración de la producción u operaciones
  • administración de recursos humanos

Como las áreas funcionales más frecuentes en las organizaciones, existen departamentos de:

  • administración de las tecnologías de la información
  • organización y método
  • investigación operativa
  • administración estratégica
  • gestión del conocimiento
  • gestión del talento
  • gestión de proyectos
  • gestión de riesgos
  • administración de la cadena de suministro
  • logística

La administración se relaciona estrechamente con otras ciencias e ingenierías, como la economía, la contabilidad, el derecho, la psicología, la sociología, la política, las matemáticas, la estadística, la antropología, la historia, la geografía, la filosofía y la ingeniería de sistema.


Enfoque clásico de la administración

La escuela de la administración se desarrolló en los Estados Unidos durante los gobiernos de los presidentes Theodore Roosevelt y Woodrow Wilson. En este contexto nace la escuela de la teoría clásica.

Esta escuela se divide en cuatro corrientes principales, que tratan de establecer principios de aplicación universal, analizando la naturaleza y estructura de la Administración:


Escuela de administración científica

Alrededor del 1900, muchos empresarios intentan dar a sus actividades e ideas una base científica. Los ejemplos incluyen Science of Management, de Henry Towne, de 1890, La administración científica, de Frederick Winslow Taylor(1911), El estudio aplicado del movimiento, de Frank y Lillian Gilbreth (1917). En 1912 Yoichi Ueno introdujo el taylorismo en Japón y se convirtió en el primer consultor en administración de empresas que creó el llamado “estilo japonés de administración“.​ Su hijo Ichiro Ueno fue un pionero de la garantía de calidad japonesa. Para la década de 1930 hace su aparición el fordismo, siguiendo las ideas de Henry Ford, el fundador de la Ford Motor Company.

Todas las operaciones que se desarrollan en las empresas se reparten en seis grupos, que son:

  • operaciones técnicas como producción, fabricación y transformación
  • operaciones financieras como la búsqueda y administración del capital
  • operaciones comerciales como las compras, ventas, marketing
  • operaciones contables como inventarios y estados financieros
  • operaciones administrativas que son planeación, organización, ejecución, dirección y control.


Escuela de administración clásica

Las primeras teorías generales de la Administración aparecieron alrededor de 1916. Henri Fayol, que es reconocido como el fundador de la escuela clásica de la administración, fue el primero en sistematizar el comportamiento gerencial y estableció los 14 principios de la administración en su libro Administración general e industrial:

  • Subordinación de intereses particulares: Por encima de los intereses de los empleados, están los intereses de la empresa. Aunque la verdad es darle más importancia a los empleados que la empresa
  • Unidad de Mando: En cualquier trabajo un empleado solo deberá recibir órdenes de un superior.
  • Unidad de Dirección: Un solo jefe y un solo plan para todo grupo de actividades que tengan un solo objetivo. Esta es la condición esencial para lograr la unidad de acción, coordinación de esfuerzos y enfoque. La unidad de mando no puede darse sin la unidad de dirección, pero no se deriva de esta.
  • Centralización: Es la concentración de la autoridad en los altos rangos de la jerarquía.
  • Jerarquía: La cadena de jefes va desde la máxima autoridad a los niveles más inferiores y la raíz de todas las comunicaciones van a parar a la máxima autoridad.
  • División del trabajo: quiere decir que se debe especializar las tareas a desarrollar y al personal en su trabajo.
  • Autoridad y responsabilidad: Es la capacidad de dar órdenes y esperar obediencia de los demás, esto genera más responsabilidades.
  • Disciplina: Esto depende de factores como las ganas de trabajar, la obediencia, la dedicación y un correcto comportamiento.
  • Remuneración personal: Se debe tener una satisfacción justa y garantizada para los empleados.
  • Orden: Todo debe estar debidamente puesto en su lugar y en su sitio, este orden es tanto material como humano.
  • Equidad: Amabilidad y justicia para lograr la lealtad del personal.
  • Estabilidad y duración del personal en un cargo: Hay que darle una estabilidad al personal.
  • Iniciativa: Tiene que ver con la capacidad de visualizar un plan a seguir y poder asegurar el éxito de este.
  • Espíritu de equipo: Hacer que todos trabajen dentro de la empresa con gusto y como si fueran un equipo, hace la fortaleza de una organización.


Escuela empirológica de Ernest Dale

La escuela empirológica de Ernest Dale plantea que la administración no debe basarse solo en la experiencia práctica que enunciaron los iniciadores de la Administración, sino que se deben realizar investigaciones para cada caso en particular y en un determinado momento; también plantean la enseñanza por medio de casos reales.


Enfoque humanístico de la administración

Con el advenimiento del enfoque humanístico, la teoría administrativa sufre una verdadera revolución conceptual: la transferencia del énfasis antes puesto en la tarea (por la administración científica) y en la estructura organización (por la teoría clásica de la administración) al énfasis en las personas que trabajan o en las organizaciones. Con el enfoque humanístico, la preocupación por la máquina y por el método de trabajo, por la organización formal y los principios de administración aplicables a los aspectos organizacionales, ceden prioridad a la preocupación por el hombre y su grupo social: de los aspectos técnicos y formales se pasa a los aspectos psicológicos y sociológicos.


Escuela de las relaciones humanas

La teoría de las relaciones humanas (también denominada escuela humanística de la administración), desarrollada por Elton Mayo y sus colaboradores, surgió en los Estados Unidos como consecuencia inmediata de los resultados obtenidos mediante los experimentos de Hawthorne. Fue básicamente un movimiento de oposición a la teoría clásica de la administración.

La escuela de las relaciones humanas surgió, en parte, debido a que el enfoque clásico no lograba suficiente eficiencia productiva ni armonía en el centro de trabajo. Esto hizo que aumentara el interés por ayudar a los gerentes a manejar con más eficacia los Recursos humanos de sus organizaciones.

La línea de investigación en esta escuela es la de Elton Mayo y algunos otros colegas de Harvard, entre ellos Fritz J. Roethlisberger y William J. Dickson que realizaron una serie de estudios entre 1924 y 1933, los cuales con el tiempo se conocieron como “los estudios de Hawthorne”, porque muchos de ellos fueron realizados en la fábrica Hawthorne de Western Electric, cerca de Chicago.

En estos estudios se investigó la relación entre la cantidad de iluminación en el centro de trabajo y la productividad de los obreros. Los investigadores llegaron a la conclusión de que los empleados trabajarían con más tesón si la gerencia se preocupaba por su bienestar y si los supervisores les prestaban atención especial. Este fenómeno se conoció, más adelante, como el efecto de Hawthorne.

Los investigadores también llegaron a la conclusión de que los grupos informales de trabajo (el entorno social de los empleados) tienen una influencia positiva en la productividad. Muchos de los empleados de Western Electric opinaban que su trabajo era aburrido y absurdo, pero que sus relaciones y amistades con sus compañeros, en ocasiones sujetos a la influencia de un antagonismo compartido contra los jefes, le daban cierto significado a su vida laboral y les ofrecían cierta protección contra la gerencia. Por tal motivo, la presión del grupo, con frecuencia, representaba una mayor influencia para aumentar la productividad de los trabajadores que las demandas de la gerencia.

Así pues, Mayo era de la opinión que el concepto del hombre social (movido por necesidades sociales, deseoso de relaciones gratificantes en el trabajo y más sensible a las presiones del grupo de trabajo que al control administrativo) era complemento necesario del viejo concepto del hombre racional, movido por sus necesidades económicas personales.

Al poner de relieve las necesidades sociales, el movimiento de relaciones humanas mejoró la perspectiva clásica que consideraba la productividad casi exclusivamente como un problema de ingeniería. En cierto modo, Mayo redescubrió el antiguo principio de Robert Owen, según el cual un genuino interés por los trabajadores, las “máquinas vitales” como Owen solía llamarlos, pagaría dividendos.

Además, estos investigadores recalcaron la importancia del estilo del gerente y con ello revolucionaron la formación de los administradores. La atención fue centrándose cada vez más en enseñar las habilidades directivas, en oposición a las habilidades técnicas. Por último, su trabajo hizo renacer el interés por la dinámica de grupos. Los administradores empezaron a pensar en función de los procesos y premios del grupo para complementar su enfoque anterior en el individuo.


Escuela estructuralista-burocrática

La escuela estructuralista-burocrática analiza las relaciones que tienen las organizaciones con el sistema social que las rodea; estudia los intercambios y las influencias del contexto en la organización; también estudia los grupos formales e informales dentro de las organizaciones y como influye el contexto en estos. Los principales protagonistas de esta escuela fueron: Ralf Dahrendorf y Amitai Etzioni. La escuela estructuralista pretende equilibrar los recursos de la empresa, prestando tanto a su estructura como al recurso humano, abordando aspectos tales como la correspondencia entre la organización formal e informal.

Hacía el final de la década de 1950, la teoría de las relaciones humanas —experiencia típicamente democrática y norteamericana— entró en decadencia. Ese primer intento sistemático de introducción de la ciencia del comportamiento en la teoría administrativa, a través de una filosofía humanística, acerca de la participación del hombre en la organización, trajo una profunda transformación en la administración. Por una parte, combatió profundamente la teoría clásica, por otra, no proporcionó las bases entre la teoría clásica y la teoría de las relaciones humanas sino que creó un impasse dentro de la administración que la misma teoría de la burocracia no estuvo en condiciones de superar.

 

Escuela conductista (psicológica) de la administración

Abraham Maslow, Douglas McGregor y Frederick Herzberg, entre otros, escribieron sobre la superación personal de los individuos. Su obra engendró nuevos conceptos en cuanto a la posibilidad de ordenar las relaciones para beneficio de las organizaciones. Además, determinaron que las personas pretendían obtener algo más que recompensas o placer al instante. Dado que las personas tenían formas de vida complejas, entonces las relaciones en la organización deberían sustentar dicha complejidad.

Según Maslow, las necesidades que quieren satisfacer las personas tienen forma de pirámide. Las necesidades materiales y de seguridad están en la base de la pirámide y las necesidades del ego (por ejemplo, la necesidad de respeto) y las necesidades de autorrealización (como la necesidad de crecimiento personal y de significado) están en la cúspide. McGregor presentó otro ángulo del concepto de la persona compleja. Distinguió dos hipótesis básicas alternativas sobre las personas y su posición ante el trabajo. Llamó a estas dos hipótesis teoría X y teoría Y.

Por su parte, Herzberg planteó distintos elementos y factores que motivan, desmotivan o no motivan al factor humano dentro de la organización. Explicó que todo lo que ocurra en la empresa relacionado con el individuo y su forma de sentirse, lo motivará; sin embargo, todo aquello que imponga reglas, políticas de la organización, salarios, entre otros, no lo motivarán pero que, si no están presentes, podrán desmotivarlo.

La teoría de la organización o teoría de las organizaciones tiene como objetivo central descubrir las limitaciones que tiene la racionalidad humana. Parte del llamado “hombre administrativo”, donde se identifica al ser que se comporta con relativa racionalidad y busca obtener resultados satisfactorios, y lo diferencia del llamado “hombre económico”, que actúa racionalmente y busca maximizar el beneficio.

James March y Herbert Simon realizaron una obra a finales de la década de 1950 donde plantearon cientos de proposiciones acerca de los patrones de conducta, sobre todo en relación con la comunicación en las organizaciones. Su influencia sobre el desarrollo de la teoría administrativa posterior ha sido importantísima y permanente, para investigar en forma científica.

Uno de sus mayores aportes fue la teoría de la decisión.


Escuela sistémica de la administración

La llamada escuela sistémica de la administración agrupa en su seno a la cibernética, la teoría matemática de la Administración –que sostiene que la toma de decisión es un proceso y por lo tanto este puede ser traducido a fórmulas matemáticas–, la teoría de las contingencias y la teoría de los sistemas –que considera a las organizaciones como un sistema sociotécnico incluido en otro más amplio, que es la sociedad, con el que interactúa en una influencia mutua–. Es representada por autores como Norbert Wiener, John von Neumann, Ludwig von Bertalanffy, Daniel Katz, Robert L. Kahn y Stanford L. Optner, entre otros. La escuela sistémica propone una nueva forma de analizar la organización reconociendo la importancia de las relaciones entre las partes para alcanzar el propósito por completo.


Escuela de toma de decisiones

La escuela de toma de decisiones manifiesta que la ejecución administrativa se lleva a cabo por medio de una decisión. Afirma que los administradores necesitan saber tomar decisiones y saber con exactitud cómo tomarlas mediante procesos lógicos. Cuenta, entre sus principales autores, a Howard Raiffa, de Harvard.


Escuela situacional o contingencial

La llamada escuela situacional, también llamada escuela contingencial, es un enfoque que plantea que el administrador se ve influido por la situación y por las circunstancias que lo rodean, pero que a su vez puede influir en estas situaciones por medio de la decisión administrativa que toma. Se destacan autores como Hall, Harold Koontz y Weihrich.


Escuela de administración estratégica

Surge en la década de 1980 y, según Henry Mintzberg, tiene dos enfoques: el normativo, que recomienda un método para elaborar una estrategia concebida por los expertos y que después los trabajadores la llevan a la práctica; por otro lado el enfoque descriptivo, que refiere a cómo se crean o forman las estrategias y supone que las fases de formulación y ejecución interactúan y se recrean. Las empresas no crean sus estrategias de forma deliberada sino que surgen de sus actividades.

Los pioneros en esta disciplina fueron Peter Drucker, quien manifestó el pensamiento estratégico mediante preguntas simples: ¿Cuál es nuestro negocio?, ¿Dónde estamos? y ¿Dónde queremos estar? Por lo tanto, definir a qué se dedica (diagnóstico), dónde se quiere llegar (visión) y definir los caminos para poder llegar (cómo). El otro pionero fue Igor Ansoff, quien desarrolló una serie de estrategias para conquistar nuevos mercados (matriz de Ansoff).

Otro autor importante es Michael Porter, quien desarrolló estrategias competitivas (estrategias genéricas de Porter) y una serie de matrices de análisis industrial, análisis Porter de las cinco fuerzas, la cadena de valor, etc.


Teoría Z

La teoría Z, también llamada escuela japonesa, se popularizó durante el boom económico, y se interesa en incrementar la apropiación y amor del empleado por la compañía, por medio de un trabajo de por vida, con gran énfasis en el bienestar del empleado, tanto dentro como fuera de su puesto. Según el doctor William Ouchi, su principal proponente, la administración de la teoría Z tiende a promover los empleos fijos, la alta productividad y alta satisfacción y moral en los empleados.


Teoría de las limitaciones

La teoría de las limitaciones o teoría de las restricciones (Theory of Constraints - TOC) fue creada por Eliyahu M. Goldratt, doctor en física israelí y empresario de la industria del software que, siendo su empresa la 6.ª de más rápido crecimiento en 1982 según Inc. Magazine, se preguntó si acaso existiría alguna relación válida entre las técnicas utilizadas en la resolución de problemas científicos y los que él encontró en su trabajo empresarial. Inició su investigación y desarrolló su teoría en forma de una novela, su best-seller La meta.

La esencia de la teoría de las restricciones se basa en cinco puntos correlativos de aplicación:

  1. Identificar las restricciones del sistema.
  2. Decidir cómo explotarlas.
  3. Subordinar todo a la decisión anterior.
  4. Superar la restricción del sistema (elevar su capacidad).
  5. Si en los pasos anteriores se ha roto una restricción, regresar al paso, pero no permitir la inercia.


Calidad total

La gestión de la calidad total (TQM, del inglés Total Quality Management) es una estrategia orientada a crear conciencia de calidad en todos los procesos organizacionales. La TQM ha sido ampliamente utilizada en manufactura, educación, gobierno e industrias de servicio. Se le denomina “total” porque en ella queda concernida la organización de la empresa globalmente considerada y las personas que trabajan en ella.


Reingeniería de procesos

Hammer y Champy definen a la reingeniería de procesos como “la reconcepción fundamental y el rediseño radical de los procesos de negocios para lograr mejoras dramáticas en medidas de desempeño tales como en costos, calidad, servicio y rapidez”.

Se trata de una visión holística de una organización. Preguntas como: ¿por qué hacemos lo que hacemos? y ¿por qué lo hacemos como lo hacemos? llevan a interiorizarse en los fundamentos de los procesos de trabajo.

La reingeniería de procesos es radical hasta cierto punto, ya que busca llegar a la raíz de las cosas: no se trata solamente de mejorar los procesos, sino y principalmente, busca reinventarlos, con el fin de crear ventajas competitivas osadas, con base en los avances tecnológicos.


Teoría de la excelencia

La noción de excelencia organizacional surge como un ámbito conceptual y estratégico en las ciencias de la administración en la década de 1980, que se caracterizó por el impacto de tres nuevos modelos teóricos de la administración, estrechamente vinculados. El primero de ellos fue el “milagro japonés“ y el énfasis en la calidad (desde Shigeru Kobayashi, 1972, y William Ouchi, 1982). El segundo, derivado en gran medida del anterior, fue el exitoso best-seller de Peters y Waterman (1984) sobre la excelencia de las organizaciones. El tercero se centra en las propuestas de los estudiosos de la cultura organizacional, como Eva Kras (1990).

En este contexto, de acuerdo con J. L. Pariente (1993), los intentos por establecer una teoría general de las organizaciones han ido convergiendo, poco a poco, en una visión a nivel macro de las organizaciones como entidades socioculturales en las que actúan los procesos administrativos.

La teoría de las organizaciones pretende, como cualquier teoría científica, establecer un cuerpo de conocimientos de validez universal. Universalidad que surge al depender la teoría, como todas las demás propuestas científicas, de un paradigma o marco de referencia, que en el caso de las organizaciones está conformado por las variables, tanto externas como internas y su entorno, así como de sus interrelaciones. Propone, por tanto, la utilización de modelos consistentes con su circunstancia específica, de manera que se establezca una relación funcional entre las variables externas, la tecnología y la cultura, con las variables internas de la organización, ya sean estructurales o de procesos.


Beneficios de la administración

La administración permite un uso más eficiente de los recursos mediante diferentes técnicas o herramientas. Los principales beneficios son los siguientes:

  • Favorece el esfuerzo humano: Contribuye a aumentar la efectividad en el trabajo, al poder concentrarse en los objetivos de cada tarea.
  • Permite medir el desempeño de la institución.
  • Genera información y conocimiento para optimizar la utilización de los recursos.
  • Reduce costos, al favorecer la eficiencia de la organización.
  • Posibilita el crecimiento sostenible.


Características de la administración

  • Universalidad. El fenómeno administrativo se da donde quiera que existe un organismo social. Es el proceso global de toma de decisiones orientado a conseguir los objetivos organizativos de forma eficaz y eficiente, mediante la planificación, organización, integración de personal, dirección (liderazgo) y control. La administración se da por lo mismo en el estado, en el ejército, en la empresa, en las instituciones educativas, en una sociedad religiosa, etc. Y los elementos esenciales en todas esas clases de administración serán los mismos, aunque lógicamente existan variantes accidentales. Se puede decir que la administración es universal porque se puede aplicar en todo tipo de organismo social y en todos los sistemas políticos existentes.
  • Especificidad. Aunque la administración va siempre acompañada de otros fenómenos de índole distinta, el fenómeno administrativo es específico y distinto a los que acompaña. Se puede ser un magnífico ingeniero de producción y un pésimo administrador. La administración tiene características específicas que no nos permite confundirla con otra ciencia o técnica. Que la administración se auxilie de otras ciencias y técnicas, tiene características propias que le proporcionan su carácter específico, es decir, no puede confundirse con otras disciplinas
  • Unidad temporal. Aunque se distingan etapas, fases y elementos del fenómeno administrativo, este es único y, por lo mismo, en todo momento de la vida de una empresa se están dando, en mayor o menor grado, todos o la mayor parte de los elementos administrativos. Así, al hacer los planes, no por eso se deja de mandar, de controlar, de organizar, etc.
  • Unidad jerárquica. Todos tienen carácter de jefes en un organismo social y participan en distintos grados y modalidades de la misma administración. Así, en una empresa forman un solo cuerpo administrativo desde el gerente general hasta el último ordenanza.
  • Valor instrumental. La administración es un medio para alcanzar un fin, es decir, se utiliza en los organismos sociales para lograr en forma eficiente los objetivos establecidos.
  • Amplitud de ejercicio. Se aplica en todos los niveles de un organismo formal, por ejemplo, presidentes, gerentes, supervisores, ama de casa, etc.
  • Interdisciplinariedad. La administración hace uso de los principios, procesos, procedimientos y métodos de otras ciencias que están vinculadas con la eficiencia en el trabajo. Está relacionada con matemáticas, estadística, derecho, economía, contabilidad, sociología, psicología, filosofía, antropología y ciencia política.
  • Flexibilidad. Los principios y técnicas administrativas se pueden adaptar a las diferentes necesidades de la empresa o grupo social.


El papel del administrador

La profesión de administrador tiene muchos aspectos: según el nivel en que se sitúe, deberá vivir con la rutina y con la incertidumbre diaria del nivel operacional o con la planificación, organización, dirección y control de las actividades de su departamento o división en el nivel intermedio, o incluso con el proceso decisorio en el nivel institucional, orientado hacia un ambiente externo al que la empresa pretende servir. Cuanto más se preocupe el administrador por saber o aprender cómo se ejecutan las tareas, más preparado estará para actuar en el nivel operacional de la empresa. Cuanto más se preocupe por desarrollar conceptos, más preparado estará para actuar en el nivel institucional de la empresa. Un administrador debe conocer cómo se prepara un presupuesto de gastos, una previsión de ventas, cómo se construye un organigrama, cómo se interpreta un balance, cómo se elabora la planificación y el control de producción, etc., ya que estos conocimientos son valiosos para la administración. Sin embargo, lo más importante y fundamental es saber cómo utilizarlos y en qué circunstancias aplicarlos de manera adecuada.

Los destacados de la administración son los administradores, siendo la carrera universitaria que expide el título respectivo la Licenciatura en Administración de Empresas (Bachelor's degree in Business Administration, en países anglosajones).


Campo de aplicación

  • El administrador es un organizador de recursos materiales, financieros y humanos.
  • Estudiando administración las habilidades y conocimientos que desarrolle le permitirán detectar, prevenir y corregir errores en la planeación del trabajo de las personas.
  • Como administrador puede ayudar a las personas a hacer mejor las cosas y a ser más efectivas en su trabajo.
  • El campo de trabajo del administrador comprende todas las Organizaciones Humanas, Públicas y Privadas, Despachos de Asesoría, consultoría, y servicios como emprendedor independiente.
  • Un buen administrador debe conocer todas las escuelas administrativas, para aplicar la más adecuada a las necesidades de la organización para la cual trabaja, sin restarle importancia al hecho de comprender y comunicar a sus subordinados, ya que la coordinación de ideas y voluntades de acción solo se logra cuando los componentes coadyuvan para alcanzar un objetivo común. Cuando hay conflictos o inconformidad entre los miembros del grupo de trabajo, los esfuerzos podrían llegar a desviarse del objetivo principal.