Diferencia entre revisiones de «Templanza»

De Sosteniblepedia
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
(Página creada con «{| class="wikitable" |'''Definición RAE:''' 1. Moderación, sobriedad y continencia. |} El término templanza proviene del latín ''temperantia'', derivado del verbo ''tem…»)
 
(Sin diferencias)

Revisión actual del 13:05 3 nov 2025

Definición RAE:

1. Moderación, sobriedad y continencia.

El término templanza proviene del latín temperantia, derivado del verbo temperare, que significa moderar o atemperar. En su sentido más amplio, alude a la capacidad de mantener el equilibrio y la armonía, tanto en el plano físico como en el espiritual.

La templanza permite al ser humano controlar sus deseos, emociones e impulsos, orientando la conducta hacia el equilibrio. Una persona templada sabe reaccionar con calma ante situaciones difíciles y reflexiona antes de actuar.

Practicar la templanza significa saber distinguir entre necesidades reales y deseos superfluos. Implica, por ejemplo, cuidar la salud evitando excesos, administrar con prudencia los recursos económicos, mantener un trato respetuoso en las relaciones interpersonales y sostener la serenidad ante la adversidad. La templanza se convierte así en un principio rector de la vida equilibrada, que fortalece tanto el desarrollo personal como la convivencia social.

La práctica de la templanza se convierte en un recurso invaluable para preservar la libertad personal, fortalecer los vínculos sociales y proyectar una existencia más armónica y consciente.

Desde la filosofía clásica griega, la templanza ha sido considerada una virtud cardinal. Platón la definía como la capacidad de gobernarse a uno mismo y evitar los excesos, mientras que Aristóteles la describió como el “justo medio” entre la carencia y el desborde, especialmente en la búsqueda de placeres. Para él, la templanza no implicaba renunciar al disfrute, sino ejercerlo de manera moderada, guiado por la razón.

El cristianismo también la reconoció como una de las cuatro virtudes cardinales. Según la teología cristiana, la templanza permite moderar los apetitos y resistir la atracción desmedida de los placeres, promoviendo una vida sobria y equilibrada. Esta virtud busca encauzar las energías humanas hacia lo que construye auténtico bienestar, alejando al individuo de los vicios y otorgándole libertad frente a los impulsos desordenados.

Beneficios de la templanza

●     Fomenta el autocontrol, la serenidad y la claridad de juicio.

●     Permite tomar decisiones más conscientes, evitando los extremos y reduciendo los riesgos de caer en conductas impulsivas.

●     Fortalece la libertad interior: quien domina sus deseos no es esclavo de ellos, sino que orienta su vida hacia metas más profundas y trascendentes.

●     Genera entornos más armónicos, donde prima la mesura frente al conflicto y la cooperación frente al egoísmo.

●     Sociedades compuestas por individuos templados tienden a ser más justas, sostenibles y solidarias porque prevalece la búsqueda del bien común por encima de la satisfacción inmediata.