Secularización

Definición RAE: 1. Acción y efecto de secularizar: hacer secular lo que era eclesiástico.

Etimológicamente, el término proviene del latín saeculum, que significa “siglo” o “mundo”, y alude a lo terrenal, lo que pertenece al ámbito de la experiencia humana, en contraste con lo religioso o espiritual.

Puede definirse como el principio filosófico, político, social y cultural que establece que los asuntos humanos deben abordarse de manera racional, materialista, sin recurrir de manera formal al pensamiento religioso.

Es un principio fundante en las sociedades modernas, que apunta a que lo público se organice desde la razón, la libertad individual y la igualdad, sin supremacía de dogmas religiosos, protegiendo la diversidad y garantizando la libertad de conciencia. De este modo, protege la pluralidad de creencias y permite que la fe —o la falta de ella— sea una elección personal, sin imposiciones ni privilegios, fomentando un marco de convivencia.

Cuando la vida pública se organiza desde principios universales —laicismo, igualdad, justicia— se promueve una ética compartida. Las decisiones se basan en el bien común, no en interpretaciones religiosas particulares.

Como valor no implica negar lo religioso, sino asegurar que lo público se base en principios compartidos desde la racionalidad, la ética y el respeto mutuo.

La secularización protege la diversidad, fomenta la libertad individual, promueve la innovación y fortalece comunidades más resilientes. Es, en esencia, la base de una coexistencia plural y armónica, donde cada persona es libre de ser.

Asimismo, supone establecer un marco en el que todas las creencias sean libres e iguales.

Beneficios de la secularización

• Permite a las personas elegir sus creencias sin coerción, lo que promueve el respeto por la diversidad espiritual y filosófica.
• Favorece la equidad y la inclusión ya que, en un Estado secular, las políticas públicas no se basan en dogmas religiosos, sino en principios racionales, democráticos y éticos comunes.
• Garantiza que todas las personas, independientemente de su religión o ausencia de ella, tengan los mismos derechos y obligaciones ante la ley.
• Reduce los conflictos religiosos en el ámbito público.
• Crea un ambiente propicio para el pensamiento crítico y el progreso del conocimiento.
• En contextos secularizados, cada individuo puede construir su sentido de la vida y sus valores desde la reflexión personal, sin imposiciones externas.
• Permite la coexistencia de distintas culturas, religiones y cosmovisiones, fomentando sociedades más abiertas, tolerantes y dinámicas.