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Resilvestrar, cuyo término original en inglés es rewilding, es un concepción de la conservación a gran escala, destinada a restaurar, devolver a un supuesto estado cercan al original (previo a la intervención humana) y proteger los procesos naturales y los núcleos silvestres, proporcionando conectividad entre las diversas zonas que conforman los espacios, protegiendo o reintroduciendo grandes depredadores y especies claves para aumentar la biodiversidad y alcanzar la autorregulación de los ecosistemas.
Los proyectos de resilvestrado pueden requerir restauración ecológica o ingeniería de tierras silvestres, particularmente para restaurar la conectividad entre áreas protegidas y reintroducir depredadores a los sitios de los que han sido extinguidos.
Origen
La palabra "rewilding" fue acuñada por el conservacionista y activista Dave Foreman, uno de los fundadores de las organizaciones Earth First! (¡La Tierra Primero!), Wildlands Project (ahora Wildlands Network) y el Rewilding Institute. El término apareció impreso por primera vez en 1990 y fue refinado por los biólogos de conservación Michael Soulé y Reed Noss en un artículo publicado en 1998. Según Soulé y Noss, resilvestrar es un método de conservación basado en "núcleos, corredores, y carnívoros". Los conceptos de núcleos, corredores, y carnívoros fueron desarrollados a mayor profundidad en 1999. Dave Foreman posteriormente escribió la primera exégesis extensa de resilvestrar como estrategia de conservación.
El resilvestrar fue desarrollado como método para preservar ecosistemas funcionales y reducir la constante pérdida de biodiversidad, incorporando la investigación en biogeografía de islas y la función ecológica de herbívoros y carnívoros grandes (depredadores).
En 1967, La Teoría de Biogeografía de islas de Robert H. MacArthur y Edward O. Wilson estableció la importancia de considerar el tamaño y aislamiento de las áreas de conservación de vida silvestre, declarando que dichas áreas seguían siendo vulnerables a extinciones si eran pequeñas y aisladas.
En 1987, un estudio de William D. Newmark sobre las extinciones en los parques nacionales en América del Norte añadió peso a la teoría. Las publicaciones intensificaron los debates sobre tácticas de conservación.
Con la creación de la Sociedad de Biología de Conservación en 1985, los conservacionistas empezaron a enfocarse en reducir la pérdida de hábitat y la fragmentación.