Concreción
| Definición RAE
1. Acción y efecto de concretar: reducir a lo más esencial y seguro la materia sobre la que se habla o escribe. |
El término tiene su raíz etimológica en el latín concretus, que remite a aquello que está solidificado, hecho cuerpo y vuelto verificable. Desde esta perspectiva, significa transformar lo difuso en algo firme, operativo y medible.
La concreción es un valor que opera como un acelerador de resultados al orientar la comunicación, las decisiones y la ejecución hacia lo esencial, eliminando el ruido operativo.
Funciona como un antídoto contra la ambigüedad y promueve una conducta donde cada mensaje tiene foco, cada pedido tiene destinatario y cada objetivo cuenta con un criterio verificable.
La concreción obliga a decidir con información sólida, eliminar lo irrelevante y orientar todo hacia una ejecución efectiva. Convierte una intención en un resultado operativo, claro y accionable.
Funciona como un filtro que depura las ideas, los mensajes y las decisiones hasta dejar únicamente lo que realmente aporta valor. Se trata de hablar claro y de definir bien para ejecutar mejor.
Una persona concreta es alguien que convierte la claridad en una práctica diaria, es decir, va al punto con precisión y sin perder tiempo ni hacerlo perder a los demás.
Beneficios de la concreción
● Ayuda a priorizar, enfocarse y gestionar el tiempo en función de objetivos concretos y medibles.
● Permite decidir con velocidad y fundamento para actuar con información precisa.
● Aumenta la eficiencia porque optimiza recursos y energía al eliminar ambigüedades y pasos innecesarios.
● Facilita la implementación, el control y la rendición de cuentas.