Trazabilidad social
La trazabilidad social puede ser definida como el control o auditoría registrada a través de un monitoreo independiente e interdisciplinario de las condiciones laborales y ambientales sobre toda la cadena de un determinado producto nacional o importado; desde la góndola de un supermercado o comercio hasta el primer trabajador integrante de la cadena.
Para empezar a trabajar en trazabilidad social como herramienta de gestión, hay que comenzar a reemplazar la idea de subordinación asimétrica de una empresa “madre”, por el concepto de responsabilidad solidaria inexcusable de un negocio que es común a todos los eslabones de la cadena.
También la trazabilidad social nos permite descubrir si una nación es globalmente competitiva, o solamente puede competir porque ofrece los productos que los clientes desean consumir, sin valorar la calidad de vida de los ciudadanos productores y trabajadores que participaron en el proceso.
En “La ventaja competitiva de las naciones”, Michael Porter afirma que "debemos abandonar toda noción de que el término nación competitiva tiene mucho significado a efecto de prosperidad económica. La principal meta económica de una nación es producir un alto y creciente nivel de vida para sus ciudadanos. La capacidad de conseguirlo no depende de la amorfa noción de competitividad, sino de la productividad con que se empleen los recursos de una nación".
Por último, una de las funciones primordiales de la trazabilidad social es ser motor de tracción para el cumplimiento de los derechos humanos básicos en el ámbito laboral, a nivel mundial.